Se acaba el combustible, los alimentos y el agua en La Paz.
AGENCIAS
LA PAZ, BOLIVIA.- Protestas de mineros y de distintos grupos sociales volvieron a apoderarse ayer del centro de La Paz, la sede del Gobierno de Bolivia, mientras el país permanece en la incertidumbre tras la renuncia del presidente Carlos Mesa y sin fecha precisa para que el Parlamento decida si acepta su dimisión.
Al menos 13 personas heridas, una de ellas con la mano amputada, y más de medio centenar de detenidos es el saldo de los violentos choques ocurridos ayer en la La Paz entre la Policía y varios miles de manifestantes.
Los enfrentamientos se desataron en los alrededores de la Plaza Murillo, que alberga los poderes Ejecutivo y Legislativo, y fueron protagonizados por mineros y campesinos llegados a la urbe para secundar las protestas que exigen la convocatoria a una Asamblea Constituyente y la nacionalización de gas.
Las protestas pidieron que los presidentes del Senado, Hormando Vaca Díez, y de la Cámara Baja, Mario Cossío, renuncien a la sucesión constitucional y se adelanten las elecciones generales previstas para 2007, después que anoche Carlos Mesa presentara su renuncia a la presidencia del país.
El servicio de emergencias del Hospital de Clínicas informó que al minero Oliver Huanca, de 22 años, se le amputó la mano izquierda como consecuencia del estallido de un cartucho de dinamita. El subjefe de la Policía Técnica Judicial de La Paz, Alberto Aracena, confirmó además la detención de 54 mineros y el decomiso de mil 300 cartuchos de dinamita.
La Policía confiscó la dinamita tras dispersar con gas lacrimógeno a los manifestantes, entre los que también se encontraban universitarios y maestros que colapsaron el tránsito de vehículos con varias marchas.
Al desorden que vive La Paz, que ayer nuevamente sufrió por escasez de combustible, alimentos y agua se sumó el anuncio de la principal empresa de recogida de deshechos, en que suspenderá su servicio debido al bloqueo de los caminos y a la falta de combustible.
En tanto, el presidente Mesa salió del Palacio de Gobierno y recorrió la Plaza Murillo, paseó frente al Legislativo y la Catedral, sin hacer declaraciones.
En medio de ese panorama, el Congreso deberá decidir si acepta o rechaza la dimisión del gobernante. No obstante, los legisladores no han definido una fecha para sesionar, debido a las amenazas de grupos sociales de ocupar ese poder y a las protestas en El Alto.
El presidente del Congreso de Bolivia, Hormando Vaca Díez, pidió ayer a los sectores movilizados en La Paz que garanticen la ?normalidad democrática? para instalar la sesión legislativa que debe considerar la dimisión del presidente Carlos Mesa.
Debido a la situación, el departamento de Estado de Estados Unidos autorizó la salida de Bolivia de los diplomáticos, sus familiares y del personal no imprescindible de su Embajada, y advirtió a sus ciudadanos que eviten viajar a ese país.
Por su parte, la OEA dijo ayer que se limitará a brindar ?toda la cooperación? a las ?legítimas autoridades? bolivianas porque, según dijeron fuentes de la organización en Fort Laudardale, donde se celebra la Asamblea del organismo panamericano, ?los bolivianos no quieren más?.
Al respecto, el canciller venezolano, Alí Rodríguez Araque, declaró durante la asamblea que ?enfáticamente que bajo ningún concepto Venezuela está interviniendo en otro país?.
De esta manera, el canciller reiteró su rechazo a las acusaciones del jefe de la diplomacia estadounidense para América Latina, Roger Noriega, quien expresó su ?preocupación? por el ?papel? del presidente Hugo Chávez, en la crisis boliviana.
Lamenta México situación
La Presidencia de México afirmó ayer que ?lamenta? la situación que atraviesa Bolivia y manifestó que espera que la renuncia al cargo presentada por el presidente Carlos Mesa ?contribuya para resolver la crisis?.
?Es lamentable, nos duele la situación que está viviendo hoy Bolivia, esperamos que la renuncia del presidente Mesa contribuya para resolver el problema en el marco de las leyes y las estructuras institucionales de Bolivia?, señaló el portavoz de la Presidencia, Rubén Aguilar.
Bolivia ha estado inmersa en una crisis desde que una serie de movilizaciones obligaron al ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada a dimitir en octubre de 2003, tras lo cual asumió Mesa.
El portavoz de la Presidencia mexicana expresó su esperanza que la renuncia de Mesa ayude a Bolivia ?a salir de este problema? y se resuelvan los inconvenientes que generó la Ley de Hidrocarburos en ese país para que, finalmente, se pueda convertir en exportador de gas hacia México.