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Incertidumbre

Sergio Sarmiento

La sana incertidumbre nos abraza... Ojalá y, por lo menos, aprendamos a no despreciar para entender mejor.

Federico Reyes Heroles

Los inversionistas en Bolsa se están mostrando realmente nerviosos. Este viernes pasado el índice de precios y cotizaciones cayó 290.51 unidades equivalentes a un 2.37 por ciento. Ha sido su caída más fuerte en un año que cada vez pinta peor. Desde su pico de 13,877.69 unidades del pasado siete de marzo, el mercado mexicano ha perdido 14 por ciento para cerrar el viernes pasado en 11,942.70 unidades. Se trata de un descenso realmente dramático para un tiempo tan corto.

La caída del viernes se registró junto a descensos también fuertes de los mercados de Nueva York. El Dow Jones cayó 1.86 por ciento y el Nasdaq de alta tecnología en 1.98 por ciento. Se trata de ajustes importantes para un solo día de operaciones. Por ello, quizá, no pueda culparse, como lo hicieron tantos analistas, a Francisco Gil Díaz, quien el jueves apuntó que se cernía un “nubarrón gris” sobre la economía mexicana como consecuencia del alza en las tasas de interés de los Estados Unidos. De hecho, la caída del mercado mexicano ha coincidido con un descenso en todos los mercados de países emergentes, si bien el ajuste en nuestro país ha sido superior.

El desplome en la Bolsa Mexicana del último mes y medio ha sido importante y ha borrado los avances que el mercado logró tener en los dos primeros meses del año. Pero fuera de aquellos que entraron al mercado en las últimas semanas, cuando el Índice de Precios y Cotizaciones se encontraba en su nivel más alto de la historia, la mayoría de los inversionistas aun se encuentran en terreno positivo. En 2003 y 2004 el índice de precios y cotizaciones registró un alza de casi el cien por ciento.

La gran pregunta es si la caída de las últimas semanas es una simple y natural toma de utilidades o si se trata del inicio de un nuevo periodo de depresión de la Bolsa.

Del lado de los optimistas está el hecho de que la economía mexicana sigue mostrando cifras positivas. El crecimiento y la inflación están en cuatro por ciento y los déficit, tanto el de presupuesto como el de cuenta corriente, se encuentran en niveles razonablemente bajos. Las finanzas públicas se han visto apuntaladas por precios del petróleo sorprendentemente altos. La mayoría de las grandes empresas muestran cifras buenas de desempeño. Se están creando empleos formales. Las tasas nacionales de interés se han duplicado de los niveles que tenían hasta hace un año y medio, pero no han hecho más que seguir la tendencia en Estados Unidos. El peso no sólo se encuentra estable sino sólido. El único mercado financiero que ha mostrado un desplome es el bursátil.

Del lado pesimista está la experiencia que nos dice que todo periodo de alza en las tasas de interés de Estados Unidos se ve reflejado en crisis financieras en México. Ahí están los ejemplos de 1981-1982 y 1994. Cuando los intereses crecen en la Unión Americana, el dinero internacional abandona los mercados emergentes. Otro factor negativo que bien puede incidir sobre el mercado es la adelantada competencia electoral en la cual no sólo está adelante en las encuestas un candidato de izquierda sospechoso de populismo, Andrés Manuel López Obrador, sino que enfrenta a un proceso judicial que podría inhabilitarlo y provocar reacciones de violencia política. Cuando Lula hizo campaña por la Presidencia brasileña, en 2001 y 2002, los mercados financieros de su país también se desplomaron ante el temor de que aplicara medidas populistas. Pero la calma reapareció una vez que demostró ser un gobernante moderado. La economía internacional, por otra parte, sigue creciendo, pero se ve amenazada por los altos precios del petróleo en un momento en que las tasas internacionales de interés, si bien no son históricamente altas, sí han dejado atrás los niveles excesivamente bajos de los últimos años.

No es éste un momento en que haya factores claros para una crisis prolongada del mercado bursátil mexicano. Pero las alzas espectaculares de 2003 y 2004 ya no se repetirán. De hecho, en un momento en que un inversionista puede obtener más del doble de la inflación en una inversión en Cetes sin correr ningún riesgo, el atractivo de la Bolsa se ve disminuido. Mi impresión es que la caída de las últimas semanas marca el ingreso a un periodo de estancamiento o descenso en el mercado bursátil nacional que puede mantenerse hasta el inicio del próximo sexenio de Gobierno.

ENFRENTAMIENTO

El enfrentamiento ayer en San Cristóbal, Guanajuato, entre diputados del PRD que protestaban por el desafuero de Andrés Manuel López Obrador y miembros del Estado Mayor Presidencial y vecinos inconformes por la protesta perredista difícilmente será el último. Los ánimos están caldeados.

Correo electrónico:

sergiosarmiento@todito.com

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