Trabajadores de escasos recursos no cuentan con ocho mil pesos que piden como ?enganche?
El aprovechamiento de las viviendas populares para trabajadores de escasos recursos que promueve el Gobierno del Estado se encuentra condicionado al pago de ocho mil pesos. Es inevitable la aportación inicial para que un interesado en la vivienda subsidiada logre el beneficio del programa, puntualizó Abraham Moreno García, director del Instituto de Vivienda del Estado de Durango (IVED).
Moreno sentenció que el trabajador debe hacer ese pago en efectivo y en una sola emisión, o en su caso, el acumulado que tenga en la Subcuenta de Vivienda de su Administradora de Fondos para el Retiro (Afore), si logra completar la cantidad mencionada al inicio de esta información.
Según la CTM, el excesivo el requisito de los ocho mil pesos para los trabajadores afiliados al Infonavit con cotizaciones de dos salarios mínimos diarios o menos pero ante esot el director del IVED manifestó que es un requisito básico ineludible.
En la CTM se indica que al fijar una cantidad tan elevada para que la paguen los trabajadores, se frena el acceso al programa que hace unas semanas se anunció por parte del gobernador Ismael Hernández Deras, el Infonavit y el IVED en una ceremonia pública.
Abraham Moreno se refirió d enuevo al encanche de ocho mil pesos y dijo que así quedó enmarcado en el convenio de colaboración que signaron hace unas semanas en el estado la dirección central del Instituto del Fondo para la Vivienda de los Trabajadores (Infonavit), la dirección del Fondo Nacional para la Habitación Popular (Fonhapo) y el Gobierno del Estado a través del IVED.
El programa de vivienda subsidiada es sólo para trabajadores que sean derechohabientes del Infonavit y que por su baja cotización ante el Instituto difícilmente tengan acceso a créditos ?normales? que ofrece la propia institución federal.
Según el convenio de trabajo de Infonavit-Fonhapo-IVED-Municipios, el 32 por ciento del valor total de la vivienda (el costo es de 162 mil pesos promedio) lo aportan las instancias federales, mientras que otro 32 por ciento lo subsidian los gobiernos estatal y municipal); el resto, cerca de 95 mil pesos, es la cantidad que debe amortizar a un plazo no mayor de 25 años el trabajador.
Raúl Ramírez Gamero, secretario de Previsión Social de la Federación CTM en Durango, reiteró que la aportación o ?enganche? resultará un inhibidor entre la clase obrera de menor ingreso reportado al Infonavit, ya que no completarán ocho mil pesos en la Sub-cuenta de Vivienda de su Afore, y será complicado para ellos conseguir la aportación inicial en efectivo: ?se tendrían que endrogar desde el inicio?, dice el cetemista.
Al respecto, Abraham Moreno, director del IVED, opinó: ?Mira: obtener tu casa propia implica un esfuerzo, eso nosotros lo tenemos perfectamente claro. Pero aquí estamos haciendo un esfuerzo todos, las instituciones estamos haciendo una aportación a manera de subsidio, a manera de fondo perdido, e implica un gran esfuerzo tanto para los gobiernos municipales, el estatal y el federal?.
?También estamos haciendo acuerdos con los constructores de vivienda y con los notarios públicos... con todo mundo que participe en el proceso de construcción de las viviendas subsidiadas, para que todo mundo reduzca sus utilidades. Entonces, obviamente, al beneficiario central, que es el comprador de la casa, se le pide también que haga un esfuerzo?, concluyó Moreno.
Algunos datos
A nivel nacional, la recomendación de corredurías de bienes y raíces señalan que si el principal objetivo de la gente es comprar una vivienda al menor precio posible, debe considerar mudarse a entidades como Sonora, Sinaloa, Guerrero, Yucatán, Oaxaca, Durango y Coahuila, donde más del 40 por ciento de las casas tienen un precio menor a los 160 mil 966 pesos.
En contraste, 93 por ciento de las viviendas ofrecidas en la Ciudad de México superan los 360 mil pesos, lo que implica una diferencia de hasta 40 por ciento, según datos del Infonavit.
Respecto de las que fluctúan entre los dos rangos mencionados de precio, la mayor oferta la tienen el Estado de México, Baja California, Querétaro, Guanajuato, Morelos, Nuevo León y Michoacán, donde cerca de 65 por ciento de la oferta habitacional tiene un precio que fluctúa entre 210 mil a 360 mil pesos.
