El País
Madrid, España.- Christopher Lee graba un disco con un grupo italiano de heavy metal, ?Canto todos los días de mi vida?, afirma el actor experto en ricos y villanos.
Christopher Lee, londinense de 83 años, se fuma un puro de buen calibre mientras atiende al periodista, cómodamente instalado junto a la ventana, en una suite de un buen hotel.
Prolífico -más de 200 películas-, villano -ha triunfado como Drácula o Frankenstein-, aristócrata de cuna y aspecto, voz imponente, políglota, simpático y presumido, su penúltimo trabajo ha sido grabar un disco con Rhapsody, un grupo de heavy metal italiano.
A Christopher Frank Carandini Lee le brillan los ojos mientras los recuerdos surcan su mente. El pálido café con leche está ya helado, las galletas sin tocar.
Versátil como pocos, cuenta con el tesoro de una voz preciosa que ha servido para narrar las historias de The dark secret: symphony of enchanted lands II, de Rhapsody, un grupo italiano que mezcla el metal con música clásica y sonidos barrocos.
?Buscaban a alguien que conectara las canciones como parte de la historia, que hiciera de narrador. Les dijeron que yo podría hacer eso. Y lo hice. Al final me dieron las gracias, me dijeron que tenía exactamente la voz que querían, y yo les respondí: ?Bueno, sí, pero es una lástima que yo no esté cantando con ustedes?.
?Era algo más que una broma porque me encanta cantar y puedo cantar. Me preguntaron: ?¿Usted canta??. Y yo les dije: ?No como ustedes, desde luego, pero puedo hacerlo. Canto con voz operística?. Me pidieron que entonara algo. Lo hice, se quedaron muy sorprendidos y me propusieron rodar un DVD cantando The magic of the wizard?s dream en cuatro lenguas. En francés, en inglés, en alemán y en italiano. Lo cantamos en alemán en la televisión alemana en directo. Ahora preparamos un nuevo disco con 14 canciones?.
Christopher Lee es un divo de ópera frustrado. ?Canto cada día, todos los días de mi vida lo hago para mantener la voz a tono. Me encanta cantar, me encanta la ópera, me encanta escuchar buenas voces.
?Hoy en día hay algunas buenas figuras, pero no tantas como antes. Me gusta la ópera casi en cualquier lengua. Menos en inglés. No me gusta la ópera en inglés. No funciona. ¡No funciona! Por ejemplo, si tienes en italiano un andiamo, andiamo, andiamo, adio, adio, está lleno de vocales. Si lo conviertes en goodbye, goodbye, goodbye, we are going, no es lo mismo. Demasiadas consonantes?.