Durango

Indígenas piden apoyo para recuperar tierras

Reclaman siete hectáreas habitantes de Santa María de Ocotán y Xoconoxtle

La comunidad indígena de Santa María de Ocotán y Xoconoxtle exigió el apoyo de las autoridades estatales para recuperar un predio de entre seis y siete hectáreas que asegura es de su propiedad, el cual se localiza en el municipio de Vicente Guerrero.

Santiago Calleros Solís, líder de la comunidad, explicó que con recursos de los comuneros se adquirió este terreno desde el año de 1963, con el propósito de operar un aserradero en el municipio de Vicente Guerrero, a donde se bajaba madera en rollo desde la Sierra del municipio de Mezquital.

De 1963 hasta el año de 1999, aproximadamente, el tiempo transcurrió sin problema alguno para la comunidad indígena que hoy es representada por Santiago Calleros. Sin embargo, los problemas vinieron después.

Cerca de 200 comuneros vivieron de ese aserradero para darle valor agregado a la madera extraída de Santa María de Ocotán. Pero, a raíz de la veda impuesta en la principal zona boscosa de la referida comunidad indígena de Mezquital, hace seis o siete años, el aserradero dejó de operar.

?Uno de los empleados del aserradero, Silverio Vazquez Leyva, quien no es parte de nuestra comunidad, fue muy ?hábil? y empezó a sentirse dueño del terreno.

?Para ello aprovechó la situación de que les fiaba motosierras y sierras a los compañeros, quienes le pagaron en su gran mayoría, pero nunca recuperaron los documentos que firmaron con esta persona, pues les decía que no habría problema, que él rompería los pagarés?, explica Calleros.

El denunciante afirma que los pagarés sumaban a lo mucho 200 mil pesos en su conjunto, con los cuales Silverio Vázquez demandó a los indígenas ?sus supuestos deudores- por no haberle pagado después de algunos años, sumando para ello el cobro de intereses, ?y de intereses sobre intereses para quitarnos el predio?.

?De esa forma? ?continúa Santiago Calleros-, ?este amigo (Silverio) agrandó la cuenta que según él le debían mis compañeros comuneros a uno o dos millones de pesos, y con la demanda que puso, quiso embargar nuestro terreno por esa deuda, cuando tiene un valor de mínimo siete u ocho millones de pesos. Es que está muy céntrico en el municipio de Vicente Guerrero. Y no es justo?.

Después de plantear su situación, Santiago Calleros hizo la exigencia a las autoridades estatales para que apoyen a la comunidad indígena de Santa María de Ocotán a recuperar este predio que forma parte de su patrimonio, ya que de lo contrario van a actuar por su cuenta para garantizar que nadie les quitará éste ni ningún otro terreno que sea de la comunidad.

?Nos vamos a organizar y tenemos una asamblea el 27 de agosto en la comunidad de La Ventana, donde le vamos a otorgar a nuestros compañeros de Vicente Guerrero el apoyo de los más de 18 mil comuneros que formamos parte de Santa María de Ocotán?, dijo.

Concluyó: ?si la comunidad determina seguir luchando, lo haremos, y si es necesario traer cien o mil indígenas a Palacio de Gobierno para que nos escuchen, también lo vamos a hacer?.

Ideas del problema

La nueva disputa territorial de los indígenas de Santa María de Ocotán es en contra de un particular, de nombre Silverio Vázquez Leyva:

Esta persona, según Santiago Calleros, se quiere apropiar ?mañosamente? de un terreno que es propiedad de la comunidad, y que se localiza en el municipio de Vicente Guerrero, Durango.

El predio mide seis hectárea, aproximadamente, y tiene un valor actual de siete u ocho millones de pesos, según los comuneros.

Sin embargo, el demandante Silverio Vázquez Leyva lo pidió en embargo por una supuesta deuda de uno o dos millones de pesos, que comuneros de Santa María de Ocotán tienen con él por cuestión de sierras y sierra bandas que le compraron a crédito hace varios años.

Es que en Vicente Guerrero, precisamente en ese terreno, los comuneros compraron ese terreno desde 1963 para aserrar la madera que por esa zona bajaban de la Sierra del municipio de Mezquital.

A raíz de la veda forestal que impusieron las autoridades ambientalistas a Santa María de Ocotán entre 1998 y 1999, el aserradero dejó de funcionar.

A partir de entonces, Silverio Vázquez habría iniciado la lucha legal por quedarse con ese terreno, donde él fue empleado de la comunidad indígena en el aserradero.

Hoy exigen que el Gobierno los apoye para recuperar un predio donde son acusados de invasión y del que no se irán porque aseguran que es propiedad de la comunidad.

FUENTE: Santiago Calleros Solís, presidente de Bienes Comunales de la comunidad indígena de Santa María de Ocotán y Xoconoxtle.

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