El Siglo de Durango
Detectan a dos médicos generales que ofrecen los servicios de lipoescultura o bien la inyección de sustancias con fines estéticos, los cuales no cuentan con la preparación apropiada y, por lo tanto, implican un riesgo para los pacientes.
La Sociedad de Médicos Cirujanos Plásticos se ha percatado de dicha problemática, según da a conocer Avelardo Alvarado Burciaga, integrante del organismo. Afirma que tienen el conocimiento de un médico militar que ofrece esta clase de intervenciones y sus pacientes enfrentan complicaciones que posteriormente buscan la atención de ellos.
También existe otro caso de un galeno que no posee la preparación académica necesaria para hacer esta clase de procedimientos. Además, tienen en entredicho la labor de otros dos, aunque esos aún no han podido constatarlos.
El entrevistado asegura que han pedido la intervención de las autoridades sanitarias para que supervisen a estos profesionistas que aunque tienen conocimientos de la medicina, no están especializados y, por lo tanto, no tienen el aval para ejercer esta actividad.
“Les hemos hecho algunas peticiones a las autoridades correspondientes para que se investiguen lugares donde se practican liposucciones o cirugías que aparentemente ofrecen cambios milagrosos con una cirugía limitada que es engañar a la gente. Tenemos a un médico militar que es médico general que practica liposucciones en una casa con condiciones higiénicas deplorables, en donde andan los gatos atravesándose en el momento en que se hace el procedimiento”, denuncia.
“Aparentemente le ofrece a la gente costos más bajos que a la larga le salen más caros”, puntualiza para luego decir que, en su caso, ya ha sido testigo de cuando menos diez pacientes que luego de asistir con dicho doctor sufrieron complicaciones.
El también Subdirector del Hospital General alerta sobre los efectos nefastos que genera acudir a recibir atención con la persona equivocada. “Me tocó una paciente que estuvo en terapia intensiva, tuvo que ir un cardiólogo y tuvieron que llevarla a un hospital. Por fortuna se recuperó y aquí el problema es que se comprometió la vida de una persona”, explica.
Cuando una persona asiste con el cirujano plástico es porque desea mejorar su apariencia pero si no es atendida por un profesional puede quedar con secuelas permanentes tales como cicatrices, deformidades o hasta el fallecimiento.
“Corregir una mala cirugía siempre va a dejar una secuela y los resultados no van a ser los mismos. Pero se puede comprometer la vida en los casos de cirugías extensas donde hay pérdidas importantes de sangre como son las liposucciones que tienen un riesgo muy alto cuando no se hacen de manera indicada”, remarca.
“En la cirugía estética ha habido un incremento de gente que se quiere introducir a la especialidad de la cirugía plástica, que tienen una noción de alguna parte específica pero empiezan a introducirse en otros campos donde ya no les corresponde porque no tienen los conocimientos adecuados”, establece.
Vanidad que mata
Avelardo Burciaga Alvarado, subdirector del Hospital General, revela que al menos cuatro homosexuales han muerto a causa de inyectarse sustancias desconocidas en su cuerpo con el fin de modelarlo debido a que no lo hacen con la atención de un especialista capacitado.
Declara que tres de ellos prácticamente llegaron en un estado crónico al nosocomio debido a que la sustancia que se inyectaron se introdujo a las venas. Otro presentó una fuerte infección que al final lo llevó a la tumba.
Comenta que las deformidades que se generan a raíz de ponerse sustancias extrañas, o bien, una mala atención médica implican operaciones extensas en las que quedarán marcas de por vida pero es preferible a que la gente muera.