La clamida, gonorrea, herpes, VPH, sífilis y VIH son males enemigos de la vida.
Existen muchas enfermedades de transmisión sexual que pueden cambiar la vida, entre ellas las que afectan la salud reproductiva de la mujer, quien está en riesgo de sufrir, incluso, infertilidad.
Expertos de IMSS indican que las infecciones más frecuentes son clamidia, gonorrea, herpes, virus del papiloma humano (VPH), sífilis y virus de inmunodeficiencia adquirida (VIH), que son asintomáticas.
El doctor Guadalupe del Angel García, del servicio de Perinatología del Hospital de Gineco-Obstetricia No. 3 del Centro Médico Nacional La Raza, señala que estos males se han incrementado entre la población de entre 15 y 25 años, debido a tres factores: inicio de relaciones sexuales a edad temprana -a los 13 en promedio-, promiscuidad y el no usar condón.
Hay algunos enemigos que se controlan bien con tratamiento médico, como es el caso de la clamidia (bacteria Chlamydia trachomatis) que, de no erradicarse, llega a causar una enfermedad inflamatoria pélvica y la cicatrización de las trompas de Falopio, por lo cual genera esterilidad. Si una persona es atacada por este virus y queda embarazada, corre el riesgo de que este proceso sea ectópico, es decir, que el embrión se desarrolle fuera del útero, generalmente en una de las trompas de Falopio, y se incida en un aborto espontáneo, parto prematuro, nacimiento sin vida o la muerte del recién nacido.
La gonorrea (bacteria neisseria gonorrhoeae), advierte, causa esterilidad o embarazo ectópico, aborto, debido a la enfermedad inflamatoria pélvica, además de que es factor de infección neonatal en el momento del parto, al pasar el producto por una vagina contaminada.
Mientras que el herpes (el del virus tipo uno y dos) es un mal recurrente e incurable, porque siempre va a estar latente en el organismo para surgir de nuevo en cualquier momento, cuando bajan las defensas del sistema inmunológico, puntualiza el doctor Del Angel García.
Señala que si la mujer se infecta de herpes en el primer trimestre de embarazo, puede sufrir un aborto espontáneo, o bien el bebé se gesta con malformaciones congénitas. Si la infección ocurre en el tercer trimestre, se corre el riesgo de que el bebé nazca con herpes congénito; y si se infecta durante el parto, desarrolla llagas en la piel o en la boca, y a pesar del tratamiento puede propagarse el virus al cerebro y a los órganos internos del bebé, lo que produce retraso mental, ceguera o la muerte.
La infección por virus del papiloma humano (VPH) está asociada con el desarrollo de cáncer cérvico-uterino. Entre los muchos tipos de virus hay algunos que provocan verrugas en la zona genital, y esto, en el caso de una mujer embarazada, es riesgoso, ya que en el momento del parto el bebé puede contaminarse al pasar por el canal vaginal.
Si la embarazada tiene sífilis y no recibe tratamiento, corre el riesgo de que su hijo nazca con esta enfermedad, de que el padecimiento evolucione a una sífilis secundaria o terciaria que afecta el sistema nervioso central, explica.
Sobre el síndrome de inmunodeficiencia adquirida, el especialista del Seguro Social dice que muchas mujeres -al embarazarse- ignoran que están contagiadas.
Y está comprobado que medicamentos retrovirales empleados durante la gestación pueden disminuir el paso del virus a través de la placenta y, por lo tanto, la posibilidad de transmisión al bebé.