MAZATLÁN, SIN.- Con varios minutos de retraso, la clase 2005 hizo su ingreso al Salón de la Fama del Caribe, en una ceremonia realizada en el Teatro Ángela Peralta de esta ciudad, previo al inicio de la edición 35 del torneo regional.
El mexicano Juan Navarrete, único jugador presente en la ceremonia, el estadounidense Willie Mays y el panameño Rod Carew entraron al recinto de los inmortales, como parte de la novena generación de lo mejor del beisbol caribeño.
Además, formaron parte de la clase 2005 los ampayers Humberto Sáiz (mexicano) y Armando Rodríguez (cubano), así como el directivo Horacio López Díaz, presidente de la Liga Mexicana del Pacífico en dos etapas de 1962 a 1967 y, después, de 1968 a 1981.
La ceremonia se retrasó casi dos horas porque los invitados simplemente no llegaban. Desesperado, Ismael Barros, presidente del anfitrión Venados de Mazatlán, hacía intentos infructuosos por sacar adelante el acto, que estuvo a punto de cancelarse.
"Hay que hacerlo ya con quien esté", decía el directivo. "Es que no hay nadie", le contestaban.
Juan Francisco Puello Herrera, presidente de la Confederación del Beisbol del Caribe, explicó que el problema fue que los invitados están hospedados en distintos hoteles, así que una falta de coordinación provocó la demora.
Los únicos presentes para recibir sus placas de ingreso al Salón de la Fama fueron Juan Navarrete, Humberto Sáiz y Armando Rodríguez, además de la viuda del directivo Horacio López Díaz, quien recibió el reconocimiento a nombre de su esposo.
Navarrete, quien jugó cinco Series del Caribe, con 266 imparables y .317 de porcentaje global, agradeció infinitamente el galardón, que le llega en un momento muy importante de su vida profesional y personal.
El segunda base fue campeón de bateo en la serie de 1985, con los Tomateros de Culiacán, al registrar .533 de promedio; fue monarca en Maracaibo 1986 con los Águilas de Mexicali de Benjamín "Cananea" Reyes.
El más emocionado fue el "Lobo" Sáiz, quien ampayó 17 Series del Caribe a partir de 1971, cuando México ingresó a la confederación. "Es lo más grande que me pudo pasar. La verdad es que no lo esperaba", señaló.
Orestes Miñoso jugó en grandes ligas durante cinco décadas. Fue bicampeón del torneo regional con el cuadro cubano Marianao.
Rod Carew, que también está en el Salón de la Fama de grandes ligas y siete veces campeón de bateo de la Liga Americana, fue manager-jugador de Tigres de Aragua en 1978 y bateó para .400.
También huésped de Cooperstown, Willie Mays fue a la Serie del Caribe de 1955 en Caracas, Venezuela, donde se fue en blanco en sus primeros 12 turnos y después disparó 11 imparables consecutivos y terminó como subcampeón de bateo.
