EL SIGLO DE TORREÓN
CD. LERDO, DGO.- Fieles a la tradición, los lerdenses saturaron el panteón municipal para dedicar tiempo, pensamientos, flores, comida y canciones a quienes ya partieron, en lo que constituye una de las celebraciones más arraigadas en nuestro país.
Según el director de Protección Civil en el municipio, Rodolfo Torres Soto, el cementerio registró un aforo aproximado de dos mil 400 personas por hora, y hasta el mediodía sólo se habían conocido pequeños incidentes como la caída de un niño a una de las fosas y el extravío de un adulto mayor, para lo que elementos de las distintas corporaciones ya realizaban su búsqueda.
En cumplimiento a las disposiciones sanitarias de prevención contra el dengue, en Lerdo no se permitió el uso de agua para lavar lápidas ni depositarla en los floreros, por lo que incluso las piletas del interior se mantuvieron vacías.
Aunque según reconoció el coordinador de las corporaciones, no faltó quién ingresó pequeños recipientes, con el argumento de que era para consumo personal.
En el dispositivo especial de vigilancia del Día de Muertos, intervinieron 180 elementos de los distintos cuerpos de seguridad y rescate de esta ciudad, quienes se abocaron a la atención de personas que llegaron a presentar algún malestar físico por el largo camino que recorrieron o la exposición al sol.
Por otra parte, según Torres Soto, se estableció la prohibición de consumir bebidas embriagantes en el interior y exterior del cementerio, como una medida básica para preservar la tranquilidad de los miles de visitantes.
Más de 60 vendedores ambulantes tuvieron autorización para instalarse en las afueras del panteón, aunque la mayoría de los expendedores de flores alusivas al Día de Muertos se concentró en la plaza principal.
