Descubren vecinos de la colonia Santiago Ramírez a tres sujetos enterrando una bolsa negra
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Varios órganos que presumiblemente pertenecieron al pequeño Johan Alejandro Castañeda Cruz, quien falleciera el pasado martes a consecuencia de las graves lesiones sufridas cuando al tratar de subirse a un carromato fue atrapado por el eje del mismo destrozándole la pierna izquierda, fueron inhumados en forma clandestina por tres sujetos vestidos con pantalón de mezclilla y playera color azul que supuestamente son empleados de la agencia funeraria que se encargó del sepelio.
Lo anterior se puso al descubierto cuando vecinos de la colonia Santiago Ramírez, observaron cuando a las 17:00 horas del pasado jueves arribó hasta el panteón Jardines del Carmen, una camioneta tipo van, color blanco de donde descendieron dos sujetos que cavaron una fosa en el interior de los terrenos del citado camposanto y luego un tercero bajó con una caja de cartón para enseguida echarle tierra encima.
Los curiosos que ?contaminaron? la escena de los ilícitos hechos, acudieron hasta la improvisada sepultura para desenterrar la caja que contenía una bolsa de plástico de color negro y en su interior había varios órganos que se comprobó, eran humanos.
Tras dar parte al 060 que ordenó el traslado de varias unidades policiacas hasta el lugar y una vez comprobado, los uniformados dieron aviso a las autoridades competentes, presentándose el Ministerio Público para dar fe de los restos que pertenecieron a un infante de entre cinco y diez años de edad, por lo que se dieron a la tarea de investigar, presumiéndose que se trataba de los órganos del pequeño Johan Alejandro.
Corazón, hígado, riñones, pulmones, bazo, aparato digestivo, además de masa encefálica y cerebelo, se hallaban en el interior de la citada bolsa que fue abierta por los vecinos mucho antes que llegara el Ministerio Público Armando Lucero Jaramillo.
En el sitio también se recuperaron cinco guantes de plástico, muy semejantes a los que vienen en los paquetes para teñir el cabello y además se observaron varias rodadas de vehículos así como pisadas de personas pero como se indicó líneas arriba la escena fue ?contaminada?, primero por los curiosos y después por los agentes preventivos.
Personal de Servicios Periciales se hizo cargo de los restos humanos y los trasladaron al Hospital General Universitario, donde el médico legista, Óscar Mario Sánchez, realizará los exámenes correspondientes.
Indignación
Después que los peritos forenses de la Procuraduría General de Justicia del Estado determinaron que efectivamente se trataba de restos humanos, de inmediato corrió la versión de que pertenecieron al niño Johan Alejandro Castañeda Cruz, de seis años de edad, recientemente fallecido y que sufriera un grave accidente en el que perdió su pierna izquierda.
El fatal percance sucedió cuando al estar de visita en casa de sus abuelos en la colonia J. Luz Torres, Johan Alejandro intentó, al igual que otros cuatro infantes, ?colearse? de un carromato de tracción animal que pasaba por el lugar, con tan mala suerte que su pantalón y luego su pierna izquierda, fueron atrapados por el eje de la carreta, causándole serias lesiones que posteriormente obligaron a los médicos a amputarle su miembro inferior.
Cuando todos pensaban que ya había pasado lo peor, sobrevino el deceso del niño, toda vez que también se golpeó fuertemente la cabeza cuando su pierna se vio lastimada por el eje de la carreta.
El supuesto descuido de la agencia funeraria que se encargó de la inhumación del pequeño, provocó un dolor más grande a los padres, quienes creían que su pena había terminado al sepultar a su hijo, pero no contaban con que los empleados de la casa mortuoria, habían olvidado los órganos.