La ceniza es signo de penitencia y perdón; sin embargo, muchos de los católicos creen que es un acto de magia y por ello acuden a la imposición de la cruz como si se borraran sus problemas de ipso, opinó el presbítero Salvador Medina.
?Hay muchos que son cristianos de cada Miércoles de Ceniza solamente?, abundó el clérigo al ser cuestionado ayer en la Sacristía de San Agustín, antes de oficiar la Santa Misa de 12:00 horas.
El tector del Templo de San Agustín, Medina, explicó que desde el Antiguo Testamento se contempla la tradición religiosa de cubrirse de ceniza, pero antes se hacía en todo el cuerpo en seña de arrepentimiento y penitencia.
No obstante, el sacerdote al ser entrevistado por El Siglo de Durango dejó claro que lo importante no es el hecho de portar la ceniza en la frente, sino que ésta es una seña externa de un verdadero arrepentimiento espiritual que debe existir en el interior de las personas.
Dijo que es la gente la que le da gran importancia al recibimiento de la ceniza por parte de un clérigo cada inicio del tiempo de Cuaresma, porque para la Iglesia lo que importa es que la gente recuerde su origen y su destino, y ante ello se arrepienta de sus pecados.
Para el padre Salvador Medina, la imposición de la ceniza es un compromiso a cambiar de vida en el inicio de la etapa de la Cuaresma: los 40 días de preparación previa a la Pascua, es decir, el paso final de Jesucristo vivo en la tierra ?crucifixión, muerte y resurrección-.
?Pero la ceniza es sólo un signo externo. No se debe confundir, como la mayoría de la gente, que es cristiana de cada Miércoles de Ceniza: abarrotan los templos porque creen que es obligación recibir la ceniza en este día?, declaró.
Finalmente, el presbítero exhortó a los duranguenses a que asuman una vida espiritual más intensa aprovechando que es de reflexión y penitencia esta época del Año Litúrgico.
CENIZA
Signo de compromiso
El templo de San Agustín de la ciudad de Durango, para facilitar al creyente la explicación del Miércoles de Ceniza, divulgó un volante informativo en el que propone a los fieles renuncias y compromisos. El documento dice:
?Renuncio: al chantaje y a la mentira, que me indignan a sacar provecho de los demás; a llevar una vida fácil y desordenada; a dejarme manipular y desorientar por falsas consignas de los medios de comunicación social; a la apatía y conformismo que me llevan a dejar las cosas como están por temor al riesgo?.
?Me comprometo: a respetar a los demás y vivir en la verdad; a vivir una vida con más entrega en el cumplimiento de mis deberes; a no seguirle el juego a la publicidad que me quiere manipular; a participar como creyente con la valentía y el sentido crítico en la rendición y transformación de nuestros ambientes concretos.
FUENTE: Volante de orientación distribuido por el Templo de San Agustín.