Bogotá, (Notimex).- Los colombianos iluminan el inicio de la Navidad y rinden un homenaje a María Inmaculada y a la figura materna que ella representa, con la tradicional "Noche de las velitas".
El teólogo Álvaro Rodríguez Vásquez dijo a Notimex que aunque la Navidad es la época en que se celebra el nacimiento de Jesús, la fecha del 7 de diciembre es especialmente significativa por la gran influencia Mariana en la cultura colombiana.
"La noche de las velitas significa la iluminación que hizo Dios en la Virgen y como ella aceptó esa iluminación divina pese a ser aún una mujer pura", dijo Rodríguez Vásquez, profesor de Teología y Religión en una fundación educativa de Bogotá.
La tradición colombiana indica que las familias se reúnen para prender al menos una docena de pequeñas velas de colores y faroles y colocan banderas de colores blanco y azul, convirtiendo las calles en un bello espectáculo luminoso.
"La bandera se usa porque es un saludo a la Virgen y los colores blanco y azul son típicamente marianos", indicó el teólogo y aseguró que esa tradición está en Colombia desde la época colonial.
Agregó que además de la influencia religiosa en la noche del 7 de diciembre y de la celebración de la Inmaculada Concepción el jueves 8, en la tradición latinoamericana se siente la gran influencia materna.
"Es evidente que en nuestra cultura latinoamericana la mujer, la madre, tiene un lugar preponderante, porque es la que siempre está presente. Aquí se dice que los hijos son de las madres y que sabemos cuál es nuestra madre pero nunca estamos seguros del padre", afirmó.
Rodríguez Vásquez, teólogo de la privada Universidad Javeriana, manifestó que en América Latina el peso de la simbología mariana es tan grande como el de la cristológica, por esa visión maternal que se tiene del mundo.
El especialista recordó que el mundo celebra está fecha desde 1854, cuando el Papa Pío IX promulgó una bula en la que expuso y definió como doctrina revelada por Dios, el hecho de que la virgen María fue preservada de toda mancha del pecado original.
Recalcó, sin embargo, que ya desde la época del Imperio Romano se han vinculado diversas fiestas de orden religioso y pagano a mujeres consideradas vírgenes.
"A mediados del siglo 15 se propagó una fiesta por Irlanda, Inglaterra, Alemania, Francia y España, en donde se le conoció como "La concepción de Nuestra Señora" y se celebraba el 8 de diciembre, indicó Rodríguez.
Por otro lado, el teólogo indicó que se presume que la idea de sumarle a la celebración de la Inmaculada Concepción la noche de las velitas, probablemente se debe a que los primeros cristianos tuvieron que hacer sus ritos en cavernas y sitios apartados.
"Allí era necesario el uso de velas y con el pasar del tiempo estas se hicieron parte del rito y de las formas que adoptaron los cristianos de celebrar su fe", indicó.
Recordó que desde el siglo XII comenzó la costumbre de utilizar las velas en las iglesias como algo más que un objeto de alumbrado y se les entregó el peso de ser el símbolo de la luz que entrega Cristo.
"Por todo eso y pese al impacto que tiene el ambiente comercial que rodea las celebraciones de fin de año, la noche de las velitas sigue siendo muy importante para las familias colombianas, porque es quizá la puerta de entrada a la Navidad", añadió Rodríguez Vásquez.