México, (Notimex).- La próxima temporada de recuperación del Templo de Quetzalcóatl, en este año denominada "Intervención Profunda", prevé la extracción de la humedad contenida en el cuerpo del monumento por medio de una cámara artificial de secado, dijo el arqueólogo Rogelio Rivero.
El responsable de los trabajos de restauración detalló en un comunicado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) que se excavará un pozo en el lado norte de la edificación.
Este pozo, añadió, se conectará a través de un túnel -de 13 metros- construido a nivel del tepetate (suelo natural), a otro similar dispuesto en la parte sur del también conocido como Templo de la Serpiente Emplumada.
Explicó que este túnel se dispondrá una cámara de secado en forma de cúpula (con base en materiales hidrofílicos) para el control de la humedad relativa, la cristalización de sales y la temperatura, hacia el interior del edificio. Y de manera artificial, conducir los agentes dañinos hacia "muros de sacrificio".
"Hasta el momento se ha realizado un pozo de exploración, a fin determinar la profundidad del suelo natural, donde se encuentra el desplante de la edificación; así como para observar las condiciones de humedad al interior del Templo; la mayor concentración de ésta se ubica en los laterales de las alfardas, en los lados norte y sur", especificó.
Mencionó que otro de los objetivos es conocer la constitución del monumento, en el que se ha encontrado un relleno de argamasa de barro, rico en sales, las cuales al interactuar con la humedad constante a lo largo del año, migran hacia la superficie, donde se cristalizan y rompen el poro de la piedra, lo que provoca una arena fina.
La inversión del INAH para dicho Proyecto, ha sido en cada Temporada de campo (dos hasta el momento), de dos millones de pesos, presupuesto que a su vez, es dividido entre las áreas de arqueología y restauración, comentó.
Rogelio Rivero destacó que la World Monument Fund también otorgará para 2005 recursos que ascenderán a 400 mil pesos, para las subsecuentes temporadas.
Esta propuesta de restauración corresponde a la Tercera Temporada de campo -desde la puesta en marcha de la iniciativa del INAH en 2003- y con la que da comienzo la etapa de "Intervención profunda" del monumento.
Dentro de la Primera Etapa del Proyecto Integral se evitó la pérdida de piedras originales en 98 por ciento del Templo Viejo de Quetzalcóatl, cuyos símbolos acuáticos le convierten en una de las mayores expresiones de la cultura teotihuacana.
"Sólo un 15 por ciento de lo que resta del volumen del monumento puede considerarse como parte de su decoración original, debido a que las fachadas norte, sur y este, están pérdidas", indicó.
Asimismo, recalcó, "de las 364 esculturas que se piensa aludían a "Cipactli", considerado como Tláloc, el cocodrilo mítico que da nombre a los primeros días de los calendarios solar y lunar, sólo quedan alrededor de 30".
Apuntó que algunos de los trabajos que incluye la Segunda Etapa de intervención en el Templo de la Serpiente Emplumada -construido en el año 200 (d.C.) son el análisis y microscopía electrónica de los pigmentos y componentes químicos del lugar, así como el levantamiento fotográfico ultravioleta e infrarrojo.
Relató que desde su descubrimiento en 1917, por un equipo encabezado por el arqueólogo Manuel Gamio, el edificio se ha mantenido expuesto a diferentes factores que han ocasionado deterioro de la piedra con la que fue construido.
También externó que personal de investigación del INAH desarrolló el proyecto integral para detener y neutralizar los factores que ocasionan los daños al monumento, por medio de la realización de trabajos arqueológicos en el complejo de La Ciudadela, y de conservación de la fachada principal.
Respecto a las labores de arqueología agregó que -bajo la supervisión del especialista Sergio Gómez- continúan con la exploración del subsuelo para encontrar ductos prehispánicos y establecer nuevos canales de desagüe.
Precisó que el proyecto integral para la recuperación del Viejo Templo de Quetzalcóatl, el cual espera concluirse en 2006, incluye una Tercera Etapa denominada de "Evaluación y mantenimiento", dentro de la que se establecerá un plan de manejo a mediano y largo plazo.
El arqueólogo agregó que se colocará una techumbre, a base de fibra de vidrio con componentes de cloruro, que permitirá el mantenimiento del edificio en condiciones climáticas estables, al impedir la filtración de rayos ultravioletas e infrarrojos.