EFE
ROMA, ITALIA.- Juan Pablo II fue un padre para todos, una persona que sabía escuchar, entender, participar, agradecer y que caminaba junto a los demás, dijo ayer el cardenal arcipreste de la Basílica de San Pedro, Francesco Marchisano, en la misa celebrada en sufragio del Papa.
Esta misa fue, tras el funeral del viernes, la segunda del novenario (“Novendiali”), que concluirá el próximo 16 de abril, dos días antes del comienzo del Cónclave.
A la misa asistieron miles de personas y fue concelebrada por varios cardenales y el arzobispo Estanislo Dziwisz, secretario del Papa en los últimos cuarenta años.
Marchisano resaltó en la homilía la personalidad de Juan Pablo II y recordó su amistad con el Papa fallecido, iniciada en 1962 cuando Karol Wojtyla era obispo auxiliar de Cracovia (Polonia).
El cardenal subrayó que Juan Pablo II siempre tuvo con él “una paternidad infinita” y contó que una vez que estuvo enfermo y durante un tiempo sin poder hablar tras una operación, el Pontífice le visitó y le dijo que “no tuviera miedo”, que Dios le devolvería el habla.
“Mientras acariciaba con sus manos la zona de mi garganta donde había sido operado, me tranquilizaba diciendo “verá, verá, que volverá a hablar, yo rezaré y pediré a Dios por usted”, narró, emocionado, saltándosele las lágrimas.
El cardenal insistió en que la humanidad del Papa era “infinita” y que Juan Pablo II comprendía todo el sufrimiento de las personas.
Todas las misas del novenario han sido encargadas a un grupo diferente, según sus relaciones con el Romano Pontífice, con el objetivo de destacar la universalidad de la Iglesia de Roma.
La de ayer fue dedicada por los fieles de la Ciudad del Vaticano, de ahí que la presidiese Marchisano.
Hoy, tocará el turno a la ciudad de Roma. La misa, que se celebrará, al igual que todas, en la Basílica de San Pedro, será oficiada por el cardenal vicario, Camillo Ruini, que ha invitado a todos los romanos a asistir al rito.
Tras la ciudad de Roma tocará el turno a los capítulos de las basílicas patriarcales, para seguir con la Capilla Papal, la Curia Romana, las Iglesias orientales, los miembros de los Institutos de Vida Consagrada y de las Sociedades de Vida Apostólica y la Capilla Papal.