Comida callejera, pavimento en mal estado, aguas estancadas e impropierios deben soportar pacientes
Citlalli Zoé Sánchez |
El Siglo de Durango
Don Fabián camina con dificultad entre la tierra y los autos estacionados por prolongación Canoas, en la cuadra en la que se localiza el Hospital de Zona No. 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Desde hace meses, el tramo se ve afectado por los trabajos de remodelación que se llevan a cabo en el sitio.
El hombre de edad avanzada trae puestas unas pantuflas, sujeta en su mano una bolsa de plástico. Debido a que el nosocomio está en proceso de ampliación, la banqueta ha desaparecido y ahora, con unas varillas, se delimita el paso a los peatones, pero las condiciones del piso en algunos pedazos son deplorables.
Pese a que la calle se ha hecho más estrecha con esta obra, los conductores siguen estacionando su carro en las dos aceras, situación que obliga en ocasiones a las personas a caminar por la cinta asfáltica. Así pasa este tramo el anciano.
Entre los escombros que hay por el crecimiento de la infraestructura del principal sanatorio del IMSS en la ciudad capital se observan grandes cantidades de tierra y tablas con clavos oxidados, cuyas puntas son un riesgo para quien pase sin la precaución debida.
Justo a la entrada del hospital por el área de Urgencias, el panorama no mejora, pues a partir de ese punto y hasta la avenida Normal, hay casi dos decenas de puestos que obstaculizan el camino, ya que ponen sillas para que sus clientes disfruten de los antojitos que ofrecen, desde gorditas, hot-dogs, hamburguesas, tacos y demás productos.
En las primeras horas del día, esta cuadra luce con mucha basura. Hay una grúa y una revolvedora de cemento trabajando, vehículos que por su tamaño quitan aún más espacio. A pocos metros de los camiones, un pequeño puesto de revistas en el que resalta literatura con la leyenda de ?Sólo para adultos? y en donde también se venden donas; pan que está a la intemperie sin protección alguna.
Luego, en otro establecimiento, una mujer prepara la masa para las gorditas que vende y en el mismo sitio, otra comerciante en una tina lava los trastes, agua que posteriormente tira y queda encharcada a los pies de los que consumen sus platillos.
Los albañiles aprovechan cualquier ocasión para decirle piropos a las mujeres que pasan y las corrientes de aire generan algunas polvaredas. A corta distancia de los furgones que transportan ladrillos y demás material hay un puesto de tacos de barbacoa rodeado por varias personas y la basura se desborda del recipiente que ha sido asignado para su recolección.
Algunas personas dicen que con los rayos del sol el agua estancada desprende olores poco agradables, pero aun así la necesidad de alimentarse mientras el ser querido se encuentra hospitalizado los obliga a comer en ese sitio que no es del todo agradable.
El tráfico en este lugar en ocasiones se torna muy complicado, en contra esquina del hospital está un jardín de niños y una escuela primaria; asimismo, se unen los estudiantes de la Facultad de Odontología. Por lo tanto, conseguir un estacionamiento es todo un reto; por eso es común ver a coches parados en doble fila cuando es la hora de salida de los planteles escolares.
Don Fabián anda a paso lento, hasta llegar a la empinada rampa que sirve como entrada al nosocomio, ya que por sus constantes males, debido a los años que ha vivido, tiene que ir a consulta, aunque quisiera que el camino fuera más seguro y sin tantos obstáculos que vencer.
Mientras tanto, unos choferes se agreden verbalmente, los obreros siguen con su labor de conquista con las jóvenes estudiantes que pasan por el lugar y un pequeño niño, parado al lado de la basura, le pide un pedazo de comida a su progenitora, alimento que saborea sin pensar en las repercusiones que podría tener en su salud.
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RESPUESTA
Juan José Herrera Hernández, director de Salud Pública Municipal, asegura que de manera constante supervisan los puestos que venden comida en la vía pública y que se dará respuesta a la problemática que se presenta en las afueras del hospital del IMSS.
?Si están en condiciones perjudiciales, si los alimentos no son aptos para consumirse, pues definitivamente no podrán hacerlo. En este momento hay operativos en conjunto?, dice para luego afirmar que inspeccionarán a estos comerciantes a la brevedad posible.
?Lo checaremos y tendremos un dictamen, sobre todo donde está la entrada del IMSS, frente a la Escuela de Odontología. Hay que ver si hay una situación concreta para tomar una decisión, si en determinado momento, con los movimientos que ocasionan los trabajos, si elaboran los alimentos en la vía pública no lo vamos a permitir?, asegura.
