Ayer la baja temperatura que azotó a la ciudad de Durango obligó a los niños de la escuela primaria Diana Laura a sacar las aulas al sol, para calentarse un poco y poder estudiar en el patio, pues los salones lucen literalmente como congeladores y aunque el recurso financiero para construir los mismos a través de concreto ya fue autorizado desde el ciclo escolar pasado, todavía hasta el momento no ha sido posible la edificación.
Todavía a las 10:00 horas se encuentran en el patio de la escuela, que se ubica en la colonia del mismo nombre, cuatro grupos. No aguantaron el frío y las maestras se compadecieron de sus peticiones y sacaron las bancas para calentarse un poco, con la intención de continuar dando sus clases.
Los salones prefabricados son cubiertos en la parte superior por lámina, un elemento que le añade una gran baja temperatura al aula, a pesar de que éstas son pequeñas. Las mismas maestras deben acudir muy bien abrigadas, pero la situación económica de los niños es distinta.
Como por ejemplo Karla Liset Caldero Celaya, de nueve años. Ella estudia el tercer grado de primaria y se encuentra escribiendo en un libro algo sucio, sumamente maltratado y gastado, acción que hace en un pupitre igual de estropeado por el uso, junto con sus otros compañeros, como Cinthya Nayelli Enciso Arreola, de ocho; Francisco Javier Pitones Mora, de nueve, y Eduardo Argumedo Ramos, de ocho. Todos ellos van con un suéter.
Dicen que no tienen chamarras, sólo suéteres o sudaderas y así los mandan sus padres, pero confiesan que durante la mañana ha sido duro el frío que han pasado y que tardaron en calentarse.
Son sólo una parte de los niños, pues otros se encuentran esparcidos en otras bancas en distintas partes del patio, tratando de incrementar su temperatura con los rayos del sol.
La mayoría va sin desayunar, pues esperan que sus madres les lleven algo a la hora del recreo, como tacos de frijoles o de papa, o alguna sopa instantánea, para disfrutar un poco del refrigerio y posteriormente volver a sus actividades escolares normales.
Esta escuela tiene aproximadamente ocho años de haber sido fundada, según cuenta una de las maestras, Cecilia Santillán Trujillo, y hace apenas en 2004 cuando a través de la Secretaría de Educación del Estado (SEED), se autorizaron recursos, pero sólo para dos salones y dos baños, y hasta el momento no ha sido posible que se construyan.
Por supuesto, el resto de los salones quedarán pendientes, pues la misma SEED conoce que las demandas de escuelas de cartón son muchas y posiblemente sus aulas se programen durante el sexenio. Posiblemente varias generaciones saldrán de esta institución educativa, y muchas de ellas no vean o estudien en un plantel de concreto.
Conalep, con primarias y sociedad
El Colegio de Educación Profesional Técnica del Estado de Durango (Conalep) comenzó desde ayer y hasta el 25 de noviembre estará llevando a cabo la ?Semana Conalep en la Comunidad?, que desde 1997 implementó con la idea de devolver, a través de sus alumnos, lo que la sociedad les ha brindado.
Los alumnos iniciaron ayer estas acciones en la escuela primaria Luz y Esperanza de la colonia del mismo nombre y llevaron a cabo actividades de mantenimiento. También durante este periodo se realizará pintado de fachadas, de aulas, instalación de vidrios, aplicación de flúor, corte de pelo, mejora de instalaciones eléctricas en casas-habitación, reparación de aparatos eléctricos, además de mantenimiento de plazas públicas y hasta pláticas sobre sexualidad, prevención de adicciones, aborto, autoestima, valores humanos, relaciones de noviazgo y otros.