Un grupo insurgente iraquí divulgó un video en el que aparece un rehén estadounidense Roy Hallums, desaparecido desde noviembre y que pide ayuda.
Bagdad, (EFE).- Los insurgentes prosiguieron hoy, martes, con su campaña de terror previa a las elecciones del domingo y en un atentado asesinaron a un juez iraquí y a su hijo en el Este de Bagdad, donde en otro ataque mataron a siete policías.
Un grupo de pistoleros ametralló el vehículo en el que se encontraban el togado, identificado como Qais Hashim Shameri, y su vástago cuando salían de su domicilio, según fuentes policiales que no facilitaron más detalles.
Poco después, un tiroteo entre la Policía iraquí y un grupo de insurgentes que al parecer repartía panfletos en los que instaban a la población a no participar en las elecciones del domingo, concluyó con al menos siete agentes muertos
Según un portavoz del Ministerio del Interior, siete policías perdieron la vida en el enfrentamiento, mientras que seis resultaron heridos, varios de ellos de gravedad.
Fuentes médicas del hospital Al-Kindi, cercano al lugar de los hechos, indicaron, por su parte, que habían recibido once cadáveres, todos ellos hombres uniformados.
El portavoz ministerial explicó que los insurgentes atrajeron a las fuerzas de Seguridad a una trampa, donde hicieron estallar un coche bomba que alcanzó la cercana puerta de un colegio de enseñanza secundaria en el barrio de Rashad, al Este de Bagdad.
Tras la deflagración, los agentes iraquíes, secundados por tropas estadounidenses, repelieron con sus armas ligeras los disparos de los atacantes, agregó la fuente.
El mando militar estadounidense en Bagdad informó, por su parte, de la muerte de un soldado en un atentado perpetrado el lunes, en Bagdad, con una bomba de fabricación casera.
Además, reconoció que cinco de sus marines fallecieron y dos más resultaron heridos, uno de ellos de gravedad, cuando el carro de combate "M2 Bradley" en el que patrullaban se accidentó en la noche del lunes en una zona del "triángulo suní", a unos 40 kilómetros al norte de la capital.
En las últimas semanas, los grupos insurgentes que ensangrentan Irak han intensificado su campaña de terror contra las fuerzas de Seguridad iraquíes y los funcionarios del Gobierno interino con el objetivo declarado de evitar el normal discurrir de las elecciones generales.
Tanto las autoridades iraquíes como el mando militar de EU, han advertido que, pese al plan especial de Seguridad diseñado para proteger la votación, prevén una intensificación de los ataques en los próximos días.
"La Organización de Al Qaeda en Irak", grupo vinculado al islamista radical jordano Abu Musab Al Zarqawi, principal amenaza terrorista en el país, ha amenazado con lanzar un batalla total contra los comicios y contra todo aquel que participe en ellos.
La campaña ha extendido el temor entre la población, que se muestra reticente a acudir a los colegios electorales.
Anuncian secuestro
Un grupo insurgente iraquí divulgó un video en el que aparece el ciudadano estadounidense Roy Hallums, desaparecido desde noviembre y que pide ayuda porque dice saber que su vida "corre peligro".
"Fui capturado por un grupo insurgente en Irak. Imploro ayuda porque mi vida corre peligro, ya que han descubierto que trabajo para las fuerzas estadounidenses", dice el rehén, con barba cana, sentado en el suelo con las piernas cruzadas delante de un pendón negro mientras sus captores le encañonan la cabeza.
La autenticidad de la grabación no ha sido todavía verificada, pero Hallums lleva desaparecido desde noviembre junto a cinco de sus colegas, cuatro de los cuales han sido gradualmente puestos en libertad mientras un quinto, filipino, sigue desaparecido.
Hallums y sus compañeros trabajan para una compañía saudí de alimentación, que al parecer provee a las tropas estadounidenses en Irak.
No ha quedado claro quién está tras el secuestro de Hallum ni la publicación del video.
"No pido la intervención del presidente (de EU, George W.) Bush porque conozco su preocupación por todo aquel que ha empujado a este agujero del infierno", subrayó el secuestrado mientras se frotaba nerviosamente las manos.
"Pido la ayuda de los dirigentes árabes, en especial de (el líder libio) Muamar Gadafi. Agradeceré este favor durante el resto de mi existencia, si sigo con vida", apostilló el secuestrado, de 56 años.
El anuncio de la captura de Hallums se produce tres días después de que fueran liberados ocho rehenes chinos que había sido secuestrados el pasado martes 18 por un grupo vinculado con la organización radical "Ansar Al Sunna", que a su vez se cree conectada con la red terrorista Al Qaeda.
Los ocho ciudadanos chinos fueron al parecer entregados a los responsables de una mezquita en la ciudad de Ramadi, ciudad a unos 100 kilómetros al oeste de Bagdad y considerada plaza fuerte de la resistencia suní.
El grupo exigía al gobierno de Pekín que pidiese expresamente a sus nacionales no viajar a Irak y que aclarase su postura con respecto al país árabe, cosa que hizo al reiterar su consejo de no viajar a Irak.
Desde que en abril de 2003 comenzara la denominada "Crisis de los rehenes", más de 180 ciudadanos extranjeros han sido secuestrados en Irak.
El último secuestro de Hallums se produce en el marco de la campaña de terror lanzada por los insurgentes iraquíes en Irak con el fin de impedir la celebración de las elecciones del próximo domingo, que la mayoría de los suníes iraquíes amenazan con boicotear.
Por otra parte, el grupo extremista islámico "Ejército de Ansar al-Sunna" asumió hoy en un comunicado en internet la autoría del ataque contra un juez y su hijo, asesinados esta mañana en la capital iraquí por un grupo de hombres armados.
"Los héroes tendieron una emboscada a un líder de los infieles y apóstatas", dice la nota, cuya autenticidad no ha sido aún confirmada por otras fuentes.