Tras arduas negociaciones entre los dos principales partidos políticos alemanes, quienes en las pasadas elecciones sostuvieron una reñida batalla en las urnas, con un ligero triunfo para el partido democristiano, Ángela Merkel se convertirá en la primera mujer canciller de la historia de Alemania.
Finalmente el bloque formado por cristianodemócratas y sus importantes aliados bávaros consiguió la jefatura de Gobierno, en contrapartida ha tenido que aceptar un reparto equitativo de funciones que refleja la escasa diferencia de cuatro escaños que separó a ambas fracciones en las elecciones pasadas. Cristianodemócratas y socialcristianos bávaros asumirán seis carteras, además de la jefatura de Gobierno y el ministerio de la Cancillería.
El socialista SPD fijará línea en importantes ministerios como Asuntos Exteriores, Finanzas, Trabajo, Justicia y Sanidad, además de ocupar la vicecancillería, mientras que los conservadores dirigirán los sectores de Economía, Interior, Familia, Defensa y Educación. También estos últimos designarán al presidente de la Cámara Baja, el “Bundestag”, mientras que los socialdemócratas deberán contentarse con los dos vicepresidentes.
La especulación sobre candidatos a cada una de las carteras empezó una vez definidas las posiciones ganadas por cada grupo parlamentario. En el bando socialdemócrata los nombres que más se escuchaban eran los de dos miembros del Gobierno de Gerhard Schröder: el titular de Defensa, Peter Struck, y el de Interior, Otto Schily, además del líder del partido: Franz Müntefering y Peter Steinbrück, ex primer ministro de Renania del Norte Westfalia.
Entre los conservadores ayer se daba por seguro que el líder de la CSU Edmund Stoiber se ocupará de la Economía y Tecnología, con lo que abandonará por tanto el mando del Gobierno regional de Bavaria. Al menos otro departamento irá a parar a los bávaros, como confirmó la propia Merkel.
Se espera que la próxima jefa de Gobierno lleve al consejo de ministros a dos de sus colaboradoras más leales. Ursula von der Leyen, madre trabajadora con ocho hijos y candidata ideal a la cartera de Familia y Anette Schavan podría tomar el mando de Educación e Investigación.
Estos dos últimos ministerios son los que más han dolido a los grupos de base del SPD, puesto que las decisiones acerca de familia y de educación interesan especialmente a la estrategia Internacional socialista.
El precio a pagar por democristianos por mantener esas carteras estratégicas para el futuro, son las pocas posibilidades que tendrán de aplicar reformas económicas planteadas en la campaña electoral de Merkel. Resulta paradójico que los cristianodemócratas anunciaran en campaña cambios dolorosos y que ahora no cuenten con las competencias para aplicarlos, apuntan muchos delegados de la CDU.
“Es imposible que nadie esté contento si sólo le toca la mitad de un todo”, resumía el primer ministro de Hesse, el conservador Roland Koch. “Ha sido necesario hacer compromisos, cediendo en lo que queríamos”, reconoció Müntefering.
Y es que en un Gobierno de coalición o cohabitación entre dos partidos importantes se tiene que negociar arduamente con tal de conseguir la viabilidad del propio Gobierno dentro de un sistema parlamentario.