EL SIGLO DE TORREÓN
CD. LERDO, DGO.- Abuso de autoridad, allanamiento, lesiones, y robo, son los delitos que se le imputan a cerca de 20 agentes de la Policía Preventiva que, la tarde del martes tres de mayo, vapulearon a una familia, durante la búsqueda de un ?sospechoso? de robo a un camión repartidor de refrescos.
En la sala de espera de la Subprocuraduría de Justicia, narró los hechos María Mayela Meraz López, acompañada de sus dos hijos y dos hijas, algunos con golpes producto de macanazos, luego de ser detenidos mediante una provocación y de forma arbitraria por los uniformados.
La quejosa vive en la avenida Francisco Villa Norte y es madre de Francisco Javier Valles Meraz de 21 años, alias ?El Zavala?, quien hace cuatro años purgó una condena por robo a casa habitación y después de cumplir su deuda con la sociedad, ha sido blanco de constantes hostigamientos de la autoridad.
Poco antes de las 13:00 horas, se registró un asalto a un camión repartidor de refrescos, en respuesta a la emergencia, los agentes decidieron entre sus líneas de investigación, buscar a ?El Zavala? en su casa.
María Mayela dice que su hijo había ido a comprar un pastel para un festejo familiar y no estaba en casa. Cinco camionetas con al menos tres policías, dos patrullas, y cuatro motociclistas arribaron a la vivienda y argumentando que tenían una orden de cateo advirtieron que iban sobre Francisco Javier.
Haciendo valer sus derechos, la dueña de la casa cuestionó la veracidad del supuesto documento y dejó claro que no autorizaba el ingreso a su casa, luego de asegurar que su hijo estaba ausente. La negativa disgustó a un agente que encañonó con un rifle a José Cruz Valles de 25 años.
El joven, hermano de ?El Zavala?, recién llegado de Estados Unidos, reclamó la conducta del representante de la Ley y apenas se quitó el rifle que le apuntaba al pecho, siete policías se le fueron encima para someterlo, luego de la provocación.
Edgar Alejandro Valles de 16 años, hermano menor, permanecía en la azotea de la casa, para vigilar que nadie irrumpiera en su hogar. Los cultos policías lo acusaron de encubrimiento y también lo detuvieron.
Candy Marcela Valles de 17 años, con un bebé en brazos, fue intimidada por los agentes para que se retirara de la puerta principal. Ante lo caldeado de los ánimos y la molestia de los vecinos que presenciaron el atropello, un mando medio de apellido Almaraz habló por María Mayela para que le permitiera la entrada, y comprobó que ?El Zavala? no estaba.
Practicando el viejo esquema de someter a los familiares para lograr la aparición de terceros, los dos hermanos fueron enviados a la cárcel municipal. María Mayela reclamó una explicación, sus hijos salieron libres seis horas después y no hubo un ?usted disculpe?.
?Hable con Rosario?
Indignada por el atropello sufrido, María Mayela y su familia acudieron a la agencia del Ministerio Público para denunciar a los policías preventivos, pero les indicaron que ?primero hablaran con Rosario (la alcaldesa)?, para tratar de resolver la situación.
María Mayela Meraz López está consciente de que su hijo no es ?una perita en dulce?, pero señaló que no es justo que por su condición de humildad, los representantes de la Ley no midan las consecuencias de sus actos, al exceder las normas, al tratar de ubicar a un ?sospechoso?.
?Mucha gente se queda callada ante los atropellos, porque luego la agarran peor contra uno, yo no sé por qué esto lo hacen personal, pero no se vale que pisoteen a los más humildes; a ver, cómo no agarran a los narcotraficantes?, cuestionó la quejosa.
La mujer dijo que no tienen nada que negociar con los uniformados y solicitó el apoyo del subprocurador, Hugo Armando Reséndiz Martínez, para que se reciba la denuncia y se proceda contra los policías responsables.
