Sao Paulo, (Notimex).- Las mujeres brasileñas dejaron atrás sus tabúes y se volcaron a los "sex shops" en busca de objetos eróticos para sus fantasías, entre ellos vibradores que por "problemas de uso" son llevados a reparación a talleres de barrio.
"Tiene una talla más grande? ¨de qué color tienen? ¨me muestra los modelos? o ¿cuánto cuestan?", son las preguntas más comunes de las mujeres en una tienda de zapatos o ropa, pero también se hacen cada vez más frecuentes en los "sex shops" de Sao Paulo.
Pese a que forman parte de una de las sociedades más liberales del mundo, imagen asociada al desenfreno sexual de sus carnavales, las brasileñas tardaron algunos años en perder la vergenza y acudir a las tiendas de artículos sexuales en busca de asesoría erótica.
De acuerdo con empresarios del rubro, las mujeres constituyen en la actualidad 65 por ciento del público comprador de artículos eróticos, incluidos los masculinos, mientras que los hombres dominan el consumo de la industria de películas pornográficas.
Una compradora que se identificó como Lucía Goncalves admitió a Notimex que el vibrador entró a formar parte "activa" de la vida de muchas mujeres mayores de 45 años, separadas o viudas, que se encuentran sin una nueva relación de pareja.
"Es un estímulo y suple una necesidad. Además es seguro en cuanto a enfermedades transmisibles y lo mejor es que no necesita tiempo de recuperación como el órgano sexual masculino", afirmó la clienta, quien dijo estar divorciada hace dos años.
La vendedora Michelle Suazo dijo, a su vez, que los artículos más vendidos en las tiendas del rubro son las ligas femeninas y los penes plásticos, con y sin vibrador, mientras que como "novedades" aparecen los masajeadores de clítoris y la ropa íntima "vibradora".
Informó que los vibradores, la mayoría importados de Estados Unidos y Europa, tienen precios que oscilan entre los 23 y 230 dólares dependiendo de las funciones, forma y tamaño que tengan.
La popularidad de los vibradores entre las brasileñas hizo que muchos talleres de reparación electrónica de Sao Paulo, donde se arreglan videojuegos, reciban ese tipo de aparatos, por lo cual algunos incluso optaron por especializarse en el rubro.