EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Aunque aseguran que no es invasión, lo cierto es que cerca de 50 viviendas a medio construir ubicadas casi al final de la colonia Miravalle, desde hace tres semanas están ocupadas por familias que necesitan vivienda.
Hileras de casas en obra negra y otras que sí fueron acabadas pero que están totalmente destruidas, construidas en material de block, están habitadas por personas que no tienen este patrimonio y que al enterarse ?vía rumor-, de que podían adquirirlas en base a mensualidades cómodas, decidieron escoger una y ocuparla.
Parejas de esposos con uno o dos niños pequeños al igual que padres de familia de edad avanzada con el afán de apartar una casa para sus jóvenes hijos, ocupan esas moradas que al parecer un tal ingeniero Sandoval de la Constructora Arai se las está vendiendo.
Así lo informó Manuela Rodríguez, a quien el resto de la gente la calificó como líder de la colonia, ya que de acuerdo a los entrevistados, ella tenía toda la información. Ella más tarde lo desmintió argumentando que ?yo soy una compradora más?.
Ante la presencia de El Siglo de Torreón, todos se reunieron frente a la casa que ella escogió desde hace 15 días y que se ubica en la calle Ahuehuete número 113, donde al igual que el resto, en el lugar donde deben instalarse las puertas y ventanas, fueron colocadas cobijas a cuadros para impedir el paso de aire y tierra.
Con la presencia del resto de sus ahora vecinos y con el apoyo de los mismos, Manuela aseguró que no era una invasión. Sin embargo, como todos los ahí presentes, dijo desconocer el nombre completo del ingeniero Sandoval, de dos licenciados que supuestamente andan ayudando para que toda negociación se efectué bajo la legalidad y de la dirección y teléfono de la constructora.
Todos también dijeron ignorar el precio total de la vivienda y hablaron de un supuesto enganche que también deberían pagar mensualmente. Se les solicitó el número telefónico donde se podía localizar al ingeniero Sandoval, pero Manuela señaló que una amiga de ella -quien escogió una casa que se encuentra frente a la de ella-, era quien lo tenía.
Aunque su vivienda está a medio construir, Manuela ya tiene línea telefónica. Proporcionó el número para que más tarde El Siglo de Torreón pudiera entablar un diálogo con su amiga, pero cuando se hizo la llamada aún no llegaba la mujer.
Fue durante esta conversación cuando ella reveló que desde hace tiempo le vendieron a ella esa casa, pero que aún no tenía las escrituras. Luego dijo que como a todos, el ingeniero Sandoval les había pedido mil pesos para entrar y que así sucedería hasta completar 15 mil pesos, los que ella ya le había dado. De acuerdo a lo que ella comentó, cuenta con un recibo como comprobante.
Ante esta información incierta y opuesta, se le cuestionó a Manuela del por qué en la primera entrevista no había declarado lo anterior. Ella comentó que se le olvidan algunas cosas y que es su hija mayor quien tiene todos los datos correctos, pues es quien está negociando la vivienda con el profesional arriba referido.
Al parecer todos deberán depositar los mil pesos mensuales en un número de cuenta bancaria, aunque Manuela entregó el primer pago al representante de la Constructora Arai. Ante la insistencia de El Siglo de Torreón por conocer la verdad, invitó a una junta que tendrá lugar el lunes cuatro de abril a las siete de la noche donde todos los ocupantes de estas casas negociarán el pago para adquirirla en base a legalidad.
Solicitan tolerancia
El resto de las personas que ocupan las casas que en su mayoría están en obra negra y que presentan un notable deterioro porque fueron destruidas por los malvivientes de colonias aledañas, dice que las familias que viven en esta colonia y que se oponen a que ellos permanezcan ahí, deberían estar agradecidas porque terminarán los problemas de inseguridad que ahí se presentaban.
Quienes se negaron a identificarse, solicitaron la comprensión de la comunidad en general, pues son personas que sólo necesitan un lugar para vivir y que están dispuestos a pagar lo que sea para adquirirla.
Dado que estas construcciones las encontraron destruidas, pintarrajeadas y con basura en donde se encontraron hasta preservativos usados y restos de ropa íntima, creen que su presencia vendrá a beneficiar a toda la colonia, ?ya no serán cueva de malvivientes y depravados estas casas...?.
