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Invertir fuera/Jaque Mate

Sergio Sarmiento

“Lo que nos interesa es que los cuatro proyectos se realicen en Centroamérica y no en México”.

Luis Ernesto Derbez

Ayer el presidente Vicente Fox, propuso ante un grupo de empresarios centroamericanos que se construya en Centroamérica una planta de refinación de gasolina con inversión mexicana y centroamericana. El secretario de relaciones exteriores, Luis Ernesto Derbez, añadió después en una entrevista que el Gobierno de México está buscando la construcción en Centroamérica no sólo de una refinería sino también de una gasificadora y una hidroeléctrica así como el establecimiento de una red de gasolineras de Pemex.

Detrás de este llamado se encuentra una triste realidad para México. Hay pocas refinerías en el mundo que puedan procesar el pesado crudo maya de nuestro país. Ésta es una de las razones por las que su precio está tan castigado en comparación con el de los aceites ligeros. Lo lógico es que en México se estuvieran construyendo hoy refinerías para procesarlo con el fin de tener gasolina para uso nacional y para la exportación, en vista de la escasez de producto refinado en Estados Unidos. Pero la legislación mexicana prohíbe que la refinación en nuestro país sea realizada por empresas privadas y proscribe también las coinversiones de Pemex con firmas privadas pero sólo en territorio nacional.

Debido a esta prohibición, Pemex se vio obligado a hacer una sociedad con la empresa Shell para la operación de la refinería de Deer Park en las afueras de Houston. Esa planta procesa actualmente una parte importante del crudo mexicano. La misma coinversión habría sido ilegal de realizarse en nuestro país. Como consecuencia, los empleos y la actividad económica que genera esta refinería benefician al estado de Texas. Hoy, ante la persistencia de las restricciones en la Ley, Pemex está obligado a buscar nuevas coinversiones en el extranjero.

Petróleos Mexicanos no cuenta con dinero suficiente para hacer una refinería por sí solo. El efectivo que le deja el sistemático saqueo al que lo somete la Secretaría de Hacienda debe encauzarse a la actividad más rentable de la industria, que es la extracción de petróleo crudo. La inversión privada o una coinversión resultan, por lo tanto, imprescindibles. Sólo que ningún proyecto puede concretarse en territorio mexicano ante nuestra actual legislación.

El presidente Fox no llegó a Costa Rica a hacer una oferta generosa para apoyo de nuestros hermanos centroamericanos. Su propuesta es el gesto obligado de un Gobierno que sabe que necesita promover inversión privada en un producto indispensable pero que entiende también que no lo puede hacer en su propio país. Si el proyecto no fructifica en Centroamérica, habrá que buscar otro lugar fuera de México para llevarlo a cabo. Y lo más probable es que tengamos que caer nuevamente en Estados Unidos.

A los países de Centroamérica también les convendrá tener una refinería que pueda procesar crudo pesado, que es el que México tiene disponible. Si el proyecto es suficientemente grande, de tal suerte que produzca gasolina para Centroamérica y el sureste de México, los costos se abaratarán. Quizá el problema sea decidir cuál de los países de Centroamérica se queda con el proyecto para beneficiarse de la creación de empleos y de la actividad económica. Serán varios los que levantarán la mano. Esto es particularmente cierto si consideramos que el proyecto puede incluir, además de la refinería, una gasificadora y una hidroeléctrica.

Lo triste es que estas inversiones no las podamos tener en nuestro país. Tenemos una legislación obsoleta que parece estar más hecha para castigar a los mexicanos que para promover nuestro bienestar. Es lamentable que las restricciones a la inversión en gas y en refinación en territorio nacional nos hayan obligado a convertirnos en importadores de gas y gasolina. Y que los empleos que podrían crearse en México los exportemos a otros países simplemente porque nuestros legisladores no entienden de economía. El secretario Derbez señaló ayer que el Gobierno de México quiere que el nuevo complejo de refinación, gasificación y generación de electricidad se ubique en Centroamérica. No añadió, pero lo pudo haber hecho, que esto se debe a que no queremos que esté en Estados Unidos y a que, absurdamente, la Ley prohíbe que se ubique en nuestro país.

TELEFONÍA Y VIDEO

La Comisión Federal de Competencia ha tomado una decisión no sólo correcta sino inevitable al pedirle a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes que amplíe los títulos de concesión con el fin de que empresas telefónicas puedan ofrecer servicios de video y las de televisión por cable telefonía. Lo contrario habría sido un vano intento de darle la espalda a la tecnología. La convergencia de los dos sistemas de comunicación ya es una realidad.

Correo electrónico: sergiosarmiento@todito.com

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