Tiñen de verde fosforescente semen de hámster para analizar con lujo de detalles los distintos aspectos de la función de los genes en el esperma.
Londres, (EFE).- Una técnica consistente en teñir el semen de un verde fosforescente podría ayudar a investigar los problemas relacionados con la infertilidad humana.
Un equipo de la Universidad de Oxford (Inglaterra) extrajo un gen que produce una proteína verde en una medusa y lo utilizó para crear esperma de ese mismo color en los testículos de un hámster, según un estudio aparecido en la revista "Biology of Reproduction".
Estos animales tienen un esperma similar al del hombre, por lo que representan un modelo ideal para estudiar el desarrollo del semen humano.
El verde fosforescente es visible en el microscopio si se utiliza una longitud de onda particular, y la proteína sólo aparece en la sección media del espermatozoide, donde están los mitocondrios.
Según el equipo de científicos de Oxford, citados por la emisora BBC, gracias a esa técnica podrán analizarse con lujo de detalles los distintos aspectos de la función de los genes en el esperma.
"Nuestro objetivo es estudiar a función de los genes que desempeñan un papel importante en la fertilización y que en caso de tener algún defecto pueden ser causa de infertilidad", señala el jefe del equipo de investigadores, John Parrington.
Muchas células del cuerpo humano pueden cultivarse y modificarse genéticamente en el laboratorio, pero en el caso de las células del esperma ese procedimiento resulta imposible dado su pequeño tamaño y debido también al hecho de que viven muy poco tiempo fuera del cuerpo.
Los científicos de la Universidad de Oxford quieren estudiar el mecanismo por el cual el espermatozoide que penetra en un óvulo activa su desarrollo en un embrión.
Esa técnica tal vez ofrezca la posibilidad de crear animales genéticamente modificados para otro tipo de investigaciones.
Así, actualmente se crean ratones genéticamente modificados introduciendo en un óvulo genes sintéticos.
Este método, sin embargo, es relativamente ineficaz, y hasta ahora han fracasado los esfuerzos de crear versiones transgénicas de especies como hámsters o conejillos de Indias.
La solución podría consistir en crear los animales transgénicos a partir de esperma modificado genéticamente, que se utilizaría luego para fecundar un óvulo normal.
Con ello se reduciría eventualmente el número de ratones utilizados en las investigaciones y se permitiría estudiar la función de los genes en otras especies que constituyen modelos mejores para investigar ciertas enfermedades que afectan al hombre.
