EL SIGLO DE TORREÓN
FRANCISCO I. MADERO, COAH.- Después de las acusaciones hechas por un hombre que asegura ser víctima de un robo perpetrado por elementos de la DSPM, los policías negaron lo sucedido, el director de la corporación dijo que se realizarían las investigaciones necesarias y surgieron nuevas versiones sobre lo sucedido en la cervecería a la que asistió quien se dice afectado.
“Nunca se les ofendió, Chuy -uno de los policías señalados- es una persona que tiene mucho tiempo como agente, a la señora sí le pedí que se retirara porque se estaba burlando”, dice el comandante operativo de la DSPM, Rodolfo Vitela.
Lo anterior fue también asegurado por el juez calificador, Gerardo Rey Pérez, quien señaló que Rosy Quezada, esposa del quejoso llamado José Antonio Cordero Vera, estaba hablando en tono irónico y que por eso le pidieron que se retirara pero no con groserías.
Al respecto el director de Seguridad Pública, Fernando Maldonado Díaz, aseguró que en el caso de los policías acusados, son oficiales que hacen su trabajo y que no se meten en problemas además de que la versión dada por José Antonio (el supuesto afectado) le daba desconfianza.
El titular de la corporación dijo que era poco común que hubiera acudido a las instalaciones de la DSPM después de varios días además de que no aceptó enfrentarse con ellos en el momento en el que el comandante les mandó hablar a los policías, por otro lado comentó que era poco factible que un policía se quedara con diez billetes que equivaldrían a los mil dólares (aproximadamente diez mil pesos) que el denunciante asegura que le fueron robados por los elementos.
“Por mi cuenta se van a realizar las investigaciones hasta las últimas consecuencias y cuando tengamos los resultados se tomarán las medidas necesarias, si resulta cierto se les dará de baja a los policías y se reparará el daño”, aseguró Maldonado Díaz.
Los policías negaron rotundamente las acusaciones y dijeron que no temían estar sujetos a las investigaciones pero que si se comprueba su inocencia también emprenderían acciones legales en contra del quejoso por difamación.
“Ese día no checamos a nadie y desde las 10:30 de la noche nos quedamos en la mueblería porque nuestro rondín no llega hasta Las Vegas donde dice él que le quitaron el dinero”, dice Erika Hernández, una de los tres policías que fueron señalados.
Por su parte los otros dos policías también negaron las acusaciones. “Nunca ha habido quejas de mí, no me convendría porque tengo más de 20 años de servicio además cuando no avisamos que andamos en otro sector o que vamos a registrar a alguien nos arrestan”, dice el agente Jesús.
Otra de las circunstancias que señaló el director de Seguridad Pública fue que el señor Cordero no sabía qué unidad es la que presuntamente transportaba a los policías que lo asaltaron y que los nombres y el número los sacó porque le comentó al comandante que habían sido tres policías y uno de ellos era de sexo femenino, por lo que el comandante supuso que había sido la unidad 0956 que era donde iba Erika, la única mujer que trabajó en ese turno.
“Otra de las cosas que nos parece raro es que siempre que los agentes registran a alguien avisan porque puede darse el caso de que los agredan los malvivientes y no sabríamos en dónde pasó y en este caso no hay ningún registro en la bitácora que indique ese lugar porque además para ese rumbo sólo acudimos cuando hay llamadas de emergencia”, acotó Maldonado Díaz.
Niegan los hechos
El personal de la cervecería El Nido del Jabalí donde el señor Cordero dijo haberse tomado sólo cuatro cervezas dio una versión muy diferente a la del denunciante. “Llegó como a las cuatro de la tarde y se fue a las diez de la noche, él quería feriar dinero americano y como aquí lo agarramos a nueve pesos el dólar él no quiso y se fue a feriar el dinero, después regresó y se puso a tomar con cuatro mujeres. Se gastó como 100 dólares, una de ellas es una policía de Gómez y estaba la hermana de ella, también les ‘pichó’ cerveza a casi todos y se puso muy pesado”, dice Edgar Ramírez, encargado del bar.
Erika, una de las sexoservidoras que trabaja en dicho lugar, asegura que estuvo tomando con él y que cuando él estaba muy ebrio la amenazó con una navajita. “Me quería llevar a la fuerza al cuarto y yo no puedo porque acabo de tener un bebé, él no quería que yo atendiera a otros clientes y hasta les decía que yo era su vieja, le echaba de 50 pesos a la rockola”, dice Erika, quien dijo que estaba dispuesta a declarar lo sucedido ante el Ministerio Público.
El propietario del lugar, Lauro Ortiz Hinojosa, aseguró que era la primera vez que tenían un problema en su negocio y que el señor Codero se había puesto muy agresivo debido al alcohol que ingirió al grado de que le aventó unas botellas a la cantinera y golpeó la barra, también comentó que se salió del lugar y quería iniciar una trifulca con una varilla en la mano.
“Hasta lo ayudamos porque como andaba ya muy mal le dijimos que se metiera al bar porque si no lo iban a agarrar”, dice el señor Hinojosa.