Pedro Araya Hermosilla confiesa 14 años después los hechos, en marco del extraño fallecimiento del coronel Gerardo Huber, que participó en la venta de armas.
Santiago de Chile, (EFE).- Un capitán condenado por la exportación ilegal de armas de Chile a Croacia en 1991 reveló que el contrabando lo dirigieron generales y que el ex dictador Augusto Pinochet dispuso que el Ejército las entregara para su venta.
La información, publicada hoy por el diario "El Mercurio", procede del capitán retirado Pedro Araya Hermosilla, uno de los tres condenados en este caso, que causó estupor en los inicios de la recuperada democracia chilena.
El diario reproduce parte de la confesión de Araya, que 14 años después de ocurridos los hechos decidió dar los detalles a la policía en el marco de la investigación del fallecimiento del coronel Gerardo Huber, que participó en la venta de armas y fue hallado muerto, en extrañas circunstancias, en el cauce de un río.
Los hechos se remontan al 1 de diciembre de 1991, cuando se descubrió en Budapest un cargamento de 11.5 toneladas de material bélico chileno, valorado en más de 200 mil dólares.
El cargamento, con el rótulo de "ayuda humanitaria", fue interceptado al salir de Hungría con destino a Yugoslavia, concretamente a Croacia, afectada entonces por un embargo bélico de Naciones Unidas.
En la operación se utilizó a Sri Lanka como pantalla para el contrabando de armas, cuyo descubrimiento generó investigaciones internas en el Ejército y en el Ministerio de Defensa, que determinaron la participación de oficiales de la Fábrica y Maestranzas del Ejército (FAMAE).
Según la confesión de Araya, en noviembre de 1991 se celebró un cónclave del Ejército, al que asistieron seis generales y algunos oficiales, entre ellos Araya, en el que se definieron las unidades militares que darían el armamento, que fue entregado al francés Yves Marziale.
El militar también precisa que antes de esa reunión se celebró otra entre Pinochet y generales de la Guarnición de Santiago, en la que se trató el asunto.
La operación no exigía material nuevo, por lo que Araya señala que Pinochet, entonces comandante en jefe del Ejército, dispuso que la institución entregara las armas a FAMAE para la venta.
Añade que Marziale pagó la primera cuota con un vale por 203 mil dólares del Banco de Chile a nombre de FAMAE, que después fue depositado en una cuenta del mismo banco en Nueva York.
El Banco de Chile es una de las instituciones investigadas en EU por las cuentas secretas del ex dictador chileno (1973-1990) en el Riggs y otros bancos en el exterior.
A fines de noviembre, según la nota periodística, el director de FAMAE, general Guillermo Letelier Skinner, ordenó la retirada del armamento de las distintas unidades elegidas para el primer envío.
La venta total tenía un valor aproximado de 6 millones de dólares, que serían divididos en distintos embarques.
Además de Araya, en este caso también están condenados el capitán retirado de la Fuerza Aérea Patricio Pérez Orellana, quien habría acompañado al francés Marziale a FAMAE a hacer el pedido del material bélico, y el sargento Ramón Pérez, despachador de Aduanas de FAMAE y principal inculpado en el caso, por falsificación de documento público.
El Consejo de Defensa del Estado (Fiscalía) ha pedido infructuosamente desde el año 2000 que el proceso por el contrabando de armas a Croacia salga de la justicia militar y lo asuma un juez especial designado por la Corte Suprema, ya que resulta inaceptable que oficiales menores hayan resuelto toda la operación.