“Nuestra naturaleza humana nos hace pensar razonablemente y actuar con insensatez”.
Anatole France
¿Se imagina usted una medida que por sí sola ayude a limpiar el ambiente, reduzca las importaciones y promueva el desarrollo rural? No es un acto de magia. Hay una iniciativa actualmente en el Congreso de la Unión que permitiría lograr todo esto. Se trata de la Ley de Promoción y Desarrollo de los Bioenergéticos.
Esta iniciativa busca dar impulso a la producción de combustibles biológicos. Durante tanto tiempo nos hemos acostumbrado a emplear energéticos fósiles que pensamos con frecuencia que no hay otros. Pero los combustibles fósiles correrán tarde o temprano la suerte de los animales que les dieron origen: simplemente se extinguirán.
Los bioenergéticos son una opción presente y viable. Pero hay que tener el valor y la visión de futuro para recurrir a ellos.
Consideremos el caso del etanol, un alcohol que se produce a partir de caña de azúcar, maíz, remolacha u otros vegetales. Este producto natural puede reemplazar al MTBE, el éter metil terbutílico, un químico contaminante que se importa a nuestro país y que se utiliza para oxigenar las gasolinas.
En otros países del mundo es común el uso del etanol como oxigenante de la gasolina o incluso como combustible por sí mismo. En Brasil 43 millones de automóviles utilizan una mezcla de gasolina y 20 por ciento de etanol. También hay tres millones de automóviles en Brasil que sólo usan etanol. En Estados Unidos, país que en 2004 eliminó el uso del MTBE por su toxicidad, también se emplea el etanol como oxigenante.
En México tenemos la capacidad técnica para producir bioenergéticos muy diversos. El Tecnológico de Monterrey, por ejemplo, empezó hace tiempo en la capital nuevoleonesa un proyecto de producción de combustibles biológicos utilizando para ello los aceites comestibles de las cafeterías del campus. De esa línea prototipo de producción surgió una planta de producción biodiesel que utiliza sebo de res como insumo. Esta planta produce ya 20 mil litros diarios de ese combustible. Un grupo de maestros del Tecnológico de Monterrey, de hecho, utiliza automóviles Jetta que han sido adaptadas para emplear un combustible que es mitad gasolina y mitad biodiesel.
Como país México podría empezar a adoptar los bioenergéticos produciendo etanol para reemplazar el MTBE. Su uso como oxigenante de la gasolina no sólo sería bueno para la ecología sino que daría un nuevo y vasto mercado a los productores de caña y de maíz. Ya no tendríamos que estar protegiendo estos productos con prácticas comerciales desleales o incluso ilegales, como el impuesto del 20 por ciento a los refrescos que se endulzan con alta fructosa. La medida nos permitiría además disminuir nuestras importaciones de MTBE.
Los beneficios ecológicos de recurrir al etanol como oxigenante de las gasolinas son enormes. Si simplemente mezclamos la gasolina con un diez por ciento de etanol, las emisiones de dióxido de carbono (CO2) disminuyen en un 30 por ciento.
La Ley de Promoción y Desarrollo de los Bioenergéticos busca impulsar el desarrollo de esta forma de generación de energía. El objetivo es lograr la autosuficiencia energética pero a través de productos y procesos que permitan un desarrollo más limpio y que le den un impulso al sector rural.
Durante mucho tiempo se argumentó que los bajos precios del petróleo hacían inviables los proyectos de bioenergía. Pero con las cotizaciones que los hidrocarburos han alcanzado, eso ya no es pretexto. Los bioenergéticos son ya competitivos, pero además limpios y una mejor opción en el largo plazo.
Independientemente de las consideraciones económicas, como país debemos apostar por el futuro. Y está claro que éste no radica en los hidrocarburos. En una década más México se convertirá en importador neto de petróleo. El mundo mismo se quedará sin hidrocarburos en unos 50 o 60 años. Los precios avanzarán necesariamente en las siguientes décadas. Y si de hecho la sociedad cobrara realmente el costo real de la contaminación que se produce con los combustibles fósiles, hace mucho ya que los bioenergéticos se habrían convertido en la opción racional en lo económico.
En el momento de escribir estas líneas la Ley de Promoción y Desarrollo de los Bioenergéticos ha sido aprobada por unanimidad en la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados. Falta que se vote en el pleno y que se dictamine y se vote en el Senado. Pero ésta es una Ley que nos demuestra que hay reformas estructurales que se pueden hacer hoy y que pueden obtener el consenso de toda la sociedad.
No dejemos perder la oportunidad. Con esta Ley tenemos todo que ganar y nada que perder. Aprobarla es apostar por el futuro de México y por la salud de nuestros hijos.
POSADAS
Empiezan las posadas. Éstas son una mezcla de varias tradiciones. Son en lo fundamental una adopción de la tradición cristiana que rinde homenaje al nacimiento de Jesús de Nazareth. Cuentan también con influencia histórica de las fiestas de Saturno, las Saturnalias romanas. Reflejan además las festividades prehispánicas de fin de año que celebraban el triunfo de Huitzilopochtli, el Sol, sobre Tezcatlipoca, el Señor de las Tinieblas. En el México de hoy hemos transformado todas estas tradiciones para crear unas fiestas que son singulares, incluso en un mundo que festeja de manera generalizada la Navidad.
Correo electrónico:
sergiosarmiento@todito.com