“La gente no quiere caridad; busca una oportunidad”.
Carlos Danel
DAVOS, Suiza.- Una de las razones por las que me gusta asistir al Foro Económico Mundial es porque me da la oportunidad de conocer gente y organizaciones extraordinarias. Este año no ha sido la excepción. Es verdad que he conocido a personas y a grupos que me han llamado poderosamente la atención, pero quizá nadie me impresionó tanto como Carlos Danel y su financiera Compartamos.
Danel, codirector ejecutivo de esta financiera, fue elegido este año como uno de los jóvenes líderes globales por el Foro Económico Mundial.
Cada año, de hecho, el Foro escoge a un grupo de jóvenes de todo el mundo que tienen responsabilidades importantes y crecientes en el mundo de los negocios o en actividades sociales. En el pasado, cuando el grupo se llamaba los líderes globales del mañana, el Foro eligió a mexicanos que con el tiempo tendrían un papel muy importante en la vida pública de nuestro país, como Luis Téllez, Pedro Aspe, Felipe Calderón, Xóchitl Gálvez y muchos más. En este 2005 el Foro incluyó a 230 jóvenes de todo el mundo en el grupo, de los cuales cuatro son mexicanos: Álvaro Rodríguez Arregui, director financiero de Grupo Vitro; Alejandro Ramírez, director general adjunto de Organización Ramírez, un grupo empresarial que incluye las salas de exhibición Cinépolis; Javier Martínez Staines, director editorial de Grupo Expansión y Danel.
Los cuatro jóvenes líderes globales son mexicanos muy destacados y con trayectorias admirables. Pero quien más me llamó la atención, por la naturaleza de su trabajo y la de su organización, fue Danel.
Compartamos es una financiera que otorga créditos a individuos y microempresas. Se trata de préstamos muy pequeños, en promedio inferiores a los tres mil pesos, los cuales a los bancos simplemente no les interesan. Fundada en 1990, como un desarrollo de una organización no gubernamental de apoyo social, la financiera es hoy la organización más importante de América Latina en el otorgamiento de microcréditos. Compartamos tiene créditos vigentes con más de 300 mil individuos y microempresas y que suman un valor total de casi mil millones de pesos. A lo largo de su historia, la financiera ha otorgado más de un millón de préstamos.
Compartamos ha hecho una labor titánica, no sólo para administrar esta enorme cartera de microcréditos, sino para mantener una cartera vencida de apenas 0.6 por ciento. Esta cifra pondría en vergüenza a cualquier gerente de cobranza de un banco formal de nuestro país. Compartamos no sólo presta dinero con intereses sino que lo cobra bien.
¿No sería más justo -le pregunto a Danel- simplemente no cobrarle estos pequeños créditos a gente que tiene realmente muy pocos recursos? Él mueve la cabeza y me dice: “No, la gente no quiere caridad; busca una oportunidad”.
En efecto, quizá una de las características más positivas de la forma de operar de Compartamos es que cobra intereses y además el capital de los préstamos que hace. De hecho, los gobiernos con frecuencia entregan dinero en forma de préstamo, pero nunca hacen ningún esfuerzo por cobrarlo. La gente se da cuenta de inmediato, por lo que tampoco se esfuerza por pagar. Esta práctica no sólo crea una actitud negativa en el microempresario, que se acostumbra a las dádivas, sino que impide que se preserven y renueven los recursos para extender los programas de crédito al número más amplio de beneficiarios.
En contraste, para muchos de los beneficiarios de Compartamos, la mayoría de los cuales son mujeres, los préstamos son una base sobre la cual construir un futuro. Estos créditos permiten la compra de instrumentos o insumos de trabajo y establecen un historial de crédito que se va desarrollando con el tiempo. En esto los préstamos cumplen una función de creación de valor en el largo plazo que no podría tener la simple caridad. Los beneficiarios se acostumbran a manejar los créditos y entienden la responsabilidad de repago que éstos implican.
Después de entrevistar a Carlos Danel lo veo marcharse por la nieve de Davos, con el cabello casi a rape, conversando con los otros jóvenes líderes globales mexicanos. Me doy cuenta de por qué fue elegido dentro de este grupo mundial tan distinguido. No se trata solamente de un idealista que está dedicando su vida a ayudar a los demás, sino que lo hace con inteligencia y conciencia de que la simple caridad no ha resuelto nunca los problemas de los pobres.
EL NUEVO LULA
Cuando Lula acudió por primera vez al Foro Económico Mundial de Davos en 2003 todavía mantenía algunos resabios de su discurso político opuesto a la globalización. En su presentación de este año, por el contrario, presentó como un triunfo el aumento del comercio exterior de Brasil durante su Gobierno.
Correo electrónico:
sergiosarmiento@todito.com