“Sólo hay dos maneras de progresar en este mundo: por la propia inteligencia o por la estupidez de los demás”.
Jean de La Bruyère
Esta semana hice una visita relámpago a una ciudad que siempre he admirado. No es un lugar que nadie coloque en las listas de destinos soñados de viaje o en los ideales de belleza física. Sin embargo, desde hace mucho tiempo he tenido un cariño especial por Torreón, por la Comarca Lagunera y por su gente.
Hace ya muchos años, cuando don Antonio Irazoqui y de Juambelz, me invitó a colaborar en El Siglo de Torreón, tuve mi primera oportunidad de conocer la Comarca Lagunera. Lo que encontré fue un lugar extremadamente árido en el que, improbablemente, había surgido una ciudad de gran prosperidad. Me impresionó la ética de trabajo de la gente de La Laguna, un tesón que permitió primero el auge del algodón y más tarde el de la pujante industria lechera.
En mi retorno esta semana me encontré con noticias tristes, una de ellas la reciente muerte de un amigo, el empresario Alberto Allegre. Pero también pude ver los esfuerzos de la propia gente de la región por seguir reinventándose para mantener su prosperidad y aumentarla. Los laguneros parecen darse cuenta que en el mundo moderno el que no avanza y genera nuevas oportunidades económicas está destinado a rezagarse.
Me llamó la atención en especial un proyecto de desarrollo turístico llamado “Destination Laguna”. Sorprende que alguien pudiera soñar con convertir la desértica Comarca Lagunera en un destino turístico. Pero después de reflexionar sobre el tema me quedó clara la idea. Torreón puede venderle al mundo sus 330 días de sol al año. Y éste es un bien por el que mucha gente en el mundo está dispuesta a pagar.
El proyecto Destination Laguna se fundamenta en la creación de campos de golf. La experiencia de varios destinos turísticos en Arizona y otras zonas desérticas del sur de los Estados Unidos revela que los campos en los que se puede jugar todo el año son un poderoso imán para visitantes de alto poder adquisitivo. Y alrededor de los campos de golf se pueden generar muchos otros servicios de alto valor agregado.
Los inversionistas y autoridades gubernamentales que apoyan el proyecto Destination Laguna consideran que los alrededores de la ciudad pueden ofrecer diversos atractivos para los visitantes. No muy lejano está la famosa Zona del Silencio en la que se pierden las ondas hertzianas, la cual se ha convertido en una leyenda entre los entusiastas de los temas esotéricos. También está próximo Cuatrociénegas, el pueblo natal de Venustiano Carranza, un lugar en medio del desierto en que se encuentran unas pozas con especies consideradas de enorme interés científico.
¿Puede realmente la Comarca Lagunera convertirse en un destino turístico? Es difícil saberlo. Siempre es complicado reinventar la vocación económica de una ciudad o región. Si La Laguna estuviera junto al mar, que es siempre un atractivo fundamental para el turismo, no habría ninguna duda del éxito del proyecto. Pero el gusto por el desierto es mucho más sutil y minoritario.
Lo que realmente me gusta, sin embargo, es el esfuerzo de una comunidad por desarrollar nuevas oportunidades de empleo para sus hijos. La decisión de crear un destino turístico a través del desarrollo de campos de golf podrá parecer extraña a muchos mexicanos, ya que en nuestro país este juego no es muy popular, pero la experiencia de Arizona sugiere que quizá la apuesta es certera. Tan sólo en la zona de Phoenix hay 210 campos de golf que generan un impacto económico de cinco millones de dólares diarios. En La Laguna, que está a sólo seis horas por carretera de la frontera, hay sólo cuatro campos. La Laguna, por otra parte, tiene 30 días más de sol al año que Phoenix. Estas simples cifras sugieren que hay un mercado que se puede desarrollar.
Al ver este esfuerzo recuerdo con tristeza el fallido intento por crear un solo campo de golf en Tepoztlán, Morelos, una zona sin vocación agrícola en la que esta actividad habría sido muy positiva. Los grupos políticos que se oponen a cualquier desarrollo, sin embargo, montaron un movimiento de protesta que llevó a la cancelación del proyecto y a la muerte de su impulsor.
Qué distintas son las dos comunidades. La Laguna sigue empeñada en crear oportunidades de inversión y de empleo. Tepoztlán ha querido encerrarse y condenar a sus hijos a la pobreza. La diferencia en nivel de vida entre las dos regiones es evidente, pero también lo es la decisión de cada una de progresar.
¿IMPARCIAL?
Roberto Madrazo parece haber aceptado que Elba Esther Gordillo lo sustituirá en la presidencia nacional del PRI cuando él deje el cargo. Pero quizá lo mejor sería tener a un presidente imparcial durante el complejo proceso de elección del candidato del PRI.
Correo electrónico:
sergiosarmiento@todito.com