“Convertid un árbol en leña
y podrá arder para vosotros, pero ya no producirá flores
ni frutos”.
Rabindranath Tagore
Los cañeros de la Unión Nacional de Productores de Azúcar, un organismo de la Confederación Nacional Campesina (CNC) del PRI, tomaron este fin de semana las instalaciones de 34 ingenios azucareros, muchos de ellos privados. “Protestan” así por la decisión del Gobierno Federal de promover ante la Suprema Corte una acción de inconstitucionalidad contra la nueva Ley Cañera que ha estado en vigor desde el 23 de agosto.
Recordemos que el Gobierno de la República decidió publicar esta Ley bajo presión de los grupos corporativistas del PRI -la CNC y la Unión Nacional de Cañeros- que habían montado manifestaciones y bloqueos en la Ciudad de México. Los cañeros priistas prometieron que, una vez publicada la Ley, se le harían en el Congreso algunas de las modificaciones pedidas por el Ejecutivo. Pero, para empezar, los diputados no aprobaron todos los cambios pedidos por el Gobierno, mientras que el Senado ha congelado la iniciativa, por lo que los cambios prometidos no han entrado en vigor.
Este pleito por el futuro de la industria del azúcar ha estado enmarcado por la demanda de los productores mexicanos de que se les permita exportar al protegido mercado de Estados Unidos. Cuando los legisladores mexicanos establecieron un impuesto de 20 por ciento a los refrescos que usaran alta fructosa, cerraron las puertas a la importación o producción nacional de fructosa. En represalia Estados Unidos redujo dramáticamente la cuota de importación de azúcar mexicano. Esto ha hecho que se acumulen los excedentes en nuestro país.
Lo curioso del caso es que mientras los cañeros priistas se enfrentan al Gobierno de la República y toman ingenios para retarlo, la industria azucarera mexicana está perdiendo la oportunidad de exportar azúcar a Estados Unidos aprovechando el hueco de mercado que han dejado los huracanes esta temporada. La refinería de Chalmette, Louisiana, resintió fuertes daños por el huracán Katrina y tardará varios meses en entrar nuevamente en operación. Las lluvias han destruido también la cosecha de remolacha en varios condados de Minnesota. United Sugars, uno de los grupos azucareros más importantes de la Unión Americana, ha estado enviando cartas a sus clientes informándoles que no podrá cumplir con sus compromisos de entrega. Washington ha anunciado un aumento de 124 mil toneladas en sus cuotas de importación de azúcar, pero la demanda estadounidense rebasa a la oferta en unas 500 mil toneladas.
México no se beneficiará por el aumento en las cuotas de importación, ya que nuestro miope impuesto a la fructosa ha llevado a las autoridades estadounidenses a castigarnos a través del sistema de cuotas. Pero gracias al TLC, los productores mexicanos pueden exportar azúcar sin límite a Estados Unidos pagando un arancel de sólo cuatro centavos de dólar por libra, lo cual hace que nuestro producto sea competitivo.
Excusas no faltan. Se dice que el mercado estadounidense prefiere el azúcar refinado mientras que en México se produce el tipo estándar. Pero esto simplemente demuestra la falta de competitividad de nuestra industria que no ha querido adaptarse a los requerimientos del mayor mercado del mundo.
Los cañeros priistas, en lugar de aprovechar esta oportunidad para exportar excedentes, prefieren presionar al Gobierno para promulgar una Ley que condena a la industria al corporativismo. Han golpeado deslealmente a industrias competidoras, como la de la fructosa, aunque con ello han hecho que se cierren las cuotas de importación del azúcar mexicano en Estados Unidos. Estos grupos parecen empeñados en destruir toda oportunidad de modernización y crecimiento de largo plazo de la industria azucarera.
El Gobierno de la República ha hecho bien en presentar la acción de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia. No sé si pueda ganar el pleito, porque el hecho es que el Gobierno promulgó la nueva Ley Cañera, aun cuando lo haya hecho porque los cañeros priistas lo presionaron y le hicieron una promesa que no cumplieron. Pero la apuesta debe hacerse. De otra manera, los cañeros priistas simplemente se saldrán con la suya y destruirán en el largo plazo a la industria azucarera nacional.
DUMPING EUROPEO
Más le vale a la industria mexicana aprovechar la oportunidad que los huracanes han creado en el mercado azucarero estadounidense. La Unión Europea se está preparando para hacer un gigantesco dumping de 1.9 millones de toneladas de azúcar en el mercado internacional a pesar de la oposición de la Organización Mundial de Comercio. Este dumping no puede entrar al mercado estadounidense, pero deprimirá los precios internacionales del azúcar.
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