“La mayoría de los políticos mexicanos no son gente
honrada”.
Demetrio Sodi
de la Tijera
Parecía quizá inevitable, especialmente después de las revelaciones sobre la fortuna de Arturo Montiel y de sus parientes. El periódico Reforma dio a conocer ayer información sobre un apartamento de Roberto Madrazo en Miami, Estados Unidos, el cual tendría un valor de entre 800 mil y un millón de dólares.
El candidato del PRI a la Presidencia de la República ha reconocido que es propietario del inmueble y ha añadido que lo tiene desde hace años. “Esto que aparece hoy yo nunca lo he negado. Salió en 1999. Es un departamento que yo ocupo desde entonces, incluso desde antes, pero que cada vez que hay campaña aparece”.
Mariano Palacios Alcocer, el presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, fue más allá y atribuyó la nota periodística a un complot. Según él la información es una “columna de humo”, presumiblemente promovida por el Gobierno de la República, para desviar la atención al respecto de la inhabilitación de Carmen Segura Rangel por presuntos desvíos en Fondo de Desastres Naturales, el Fonden.
Quizá la información del apartamento de Madrazo en Miami sea vieja. Yo, por mi parte, no la conocía y creo que muchos otros mexicanos tampoco. He escuchado con frecuencia hablar de una casa del político priista en Boca Ratón, Florida, pero nunca he tenido ninguna información que confirme que realmente la tiene. Pero el que la información sea vieja, y que el edificio de Miami sea “la propiedad más fotografiada en los últimos tiempos”, no significa que no haya una explicación que dar.
La información disponible en este momento sugiere que el apartamento lo compró Madrazo cuando era gobernador del estado de Tabasco. Madrazo señala que la información sobre la propiedad se dio a conocer en 1999 y que él la ocupa “desde entonces, incluso antes”. Sería interesante saber, por supuesto, ¿cuándo realmente se compró el apartamento? ¿Qué significa ese “incluso antes”? Hay que saber también cuánto costó originalmente el apartamento y si el dinero de la compra salió del sueldo que Madrazo tenía entonces como gobernador de Tabasco o de ahorros anteriores. Y si fue de ahorros, ¿de dónde surgieron éstos?
Otras preguntas que debería responder Madrazo son: ¿se incluyó el apartamento en las declaraciones patrimoniales cuando Madrazo era gobernador de Tabasco? ¿Los ingresos con los cuales se adquirió pagaron impuesto sobre la renta? ¿Por qué la propiedad del apartamento está registrado a nombre de una corporación off-shore en las Islas Vírgenes? Si el origen es legal, ¿por qué no tenerlo a su nombre?
Hubo un tiempo en que se daba por hecho que los políticos no sólo podían sino que naturalmente acumulaban enormes fortunas en el ejercicio de la función pública. Si bien no se conocían los ingresos oficiales de los presidentes, gobernadores, secretarios de Estado, directores de paraestatales, directores de bancos de desarrollo y funcionarios de menor nivel, todos ellos se las arreglaban para adquirir propiedades millonarias durante su desempeño. Se daba por hecho que alguien que había ocupado un cargo público importante no tenía que volver a trabajar en su vida.
Hoy se nos dice que los funcionarios ganan sueldos de entre 100 mil y 200 mil pesos al mes y que no hay sobresueldos ni pagos adicionales. Son ingresos generosos, si se comparan con los que se pagan en otros países del mundo para las mismas responsabilidades, pero no son suficientes para adquirir propiedades millonarias en dólares.
Los medios de comunicación hacen bien en investigar los casos de enriquecimiento inexplicable que están encontrando. Me queda claro que ni Roberto Madrazo ni Arturo Montiel son los únicos políticos que, al parecer, han acumulado un generoso patrimonio en la función pública. Pero la sociedad simplemente ya no puede aceptar esto como algo natural.
No juzgo a Madrazo. Lo considero inocente en tanto no se demuestre su culpabilidad de algún ilícito. Pero así como él le pidió a Montiel que explicara el origen de su patrimonio, así él debe ofrecer una explicación del origen de sus recursos. Después de todo, Madrazo nos está pidiendo nuestro voto para ser presidente de la República. Y lo razonable es que, a cambio, los ciudadanos le pidamos a él que nos explique el origen de un dinero que no parece ajustarse al sueldo que debe tener un funcionario público.
EL RANCHO DE FOX
Poco acertada parece la declaración del presidente del PRI, Mariano Palacios Alcocer, en la que sugiere que hay un complot en la difusión de la propiedad del apartamento de Miami de Madrazo cuyo propósito es tender una cortina de humo para ocultar el caso de Carmen Segura. Para empezar, es la propia Secretaría de la Función Pública del Gobierno panista la que ha hecho la investigación sobre la ex titular de protección civil. Por otra parte, no hay indicios de un enriquecimiento de Segura sino de una compra en la que no se siguieron los procedimientos de Ley.
Un caso más cercano sería el del supuesto segundo rancho del presidente Fox que señalaron Anabel Hernández y Arelí Quintero en su libro La familia presidencial. El presidente Fox, recordemos, nunca quiso dar explicaciones sobre ese rancho, el cual no aparece en sus declaraciones patrimoniales.
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