“¿Es sucio el sexo? Sólo si se hace bien”.
Woody Allen
Entiendo la resistencia de la Iglesia Católica ante el aborto. Si bien defiendo la despenalización de esta práctica, por considerar que cuando una mujer acepta abortar es realmente porque no tiene opción, entiendo que la destrucción de un embrión o un feto conlleva la muerte de un ser vivo y por lo tanto es cuestionable. Pero la oposición al uso del condón me parece simplemente increíble.
El preservativo es un método anticonceptivo que se utiliza de una manera u otra desde la época de los antiguos egipcios. Durante siglos las parejas emplearon tripas de animales como recubrimiento para el órgano masculino con el propósito de evitar la concepción. Los condones actuales fueron un invento de Lord Condom, médico personal del rey Carlos II de Inglaterra en el siglo XVII, quien utilizó como materia prima intestinos de cordero los cuales lubricaba con aceite.
La introducción de anticonceptivos hormonales a mediados del siglo XX pareció desplazar en un momento el uso de condones para evitar la reproducción. Pero con el descubrimiento de los efectos secundarios y riesgos de largo plazo de las hormonas, así como con la mayor conciencia de las enfermedades venéreas y el surgimiento del Sida como una verdadera epidemia mundial, el preservativo ha tenido un renacimiento. Esta tendencia se ha fortalecido por los avances de la tecnología, que han permitido ofrecer mejores materiales que son más resistentes pero permiten mantener la sensibilidad.
Es el tema del Sida el que ha empezado a mover la política de la Iglesia sobre el tema del condón. La resistencia a aceptar los preservativos como un método de control de la natalidad surge de una idea persistente en la Iglesia de que el sexo sólo puede permitirse en el seno del matrimonio o peor aún, que sólo debe practicarse con el propósito de procrear. Esta resistencia moralista, sin embargo, se convierte en criminal cuando el condón se convierte en el único medio para evitar un contagio de sida o de otras enfermedades, incluso en el caso de personas que no tienen sexo fuera del matrimonio pero que pueden contraerlo de sus cónyuges que sí lo tienen.
Este pasado 18 de enero le dio la vuelta al mundo una nota periodística que informaba que la Conferencia Episcopal Española había admitido que los preservativos tenían cabida en la lucha contra el Sida, si bien dentro de un contexto más amplio que incluiría la abstinencia y la fidelidad. La información surgía de una declaración del portavoz de esa conferencia, Juan Antonio Martínez Camino, después de una reunión con la ministra de sanidad española, Elena Salgado, sobre esa enfermedad.
Un día después vino un desmentido del cardenal mexicano Javier Lozano Barragán, presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud del Vaticano, quien dijo que “la Iglesia nunca afirmó la licitud de los preservativos en cuanto tales”. Este mismo 19 de enero, sin embargo, el obispo Felipe Arizmendi de San Cristóbal de Las Casas declaró en la sede de la Conferencia del Episcopado Mexicano que el uso del condón es considerado pecado por la Iglesia, pero se “lo tolera como un mal menor”.
La verdad es que el condón no puede ser considerado ni siquiera como un mal menor. Las restricciones morales y sociales a las relaciones sexuales fuera de matrimonio fueron producto de las condiciones de un tiempo en que la tecnología no permitía tener alguna certeza de que estas relaciones no provocarían embarazos no deseados o transmisión de enfermedades venéreas. Hoy estas consecuencias ya se pueden evitar, por lo que la decisión de tener o no relaciones sexuales debe quedar confinada estrictamente al campo de la moral personal.
No puede objetarse que la Iglesia u otras organizaciones religiosas promuevan la abstinencia sexual. Hay que respetar las ideas y la tradición de esta institución, aun cuando mucha gente en la sociedad contemporánea haya adoptado ya reglas morales diferentes. Pero el Estado y la sociedad y en particular los padres de familia, tenemos la responsabilidad de dar a conocer a todos, especialmente a los jóvenes, cuáles son las formas de tener sexo de manera responsable. Para ello es indispensable que conozcan las ventajas del condón, el cual no debe ser visto como un mal menor sino como un instrumento eficaz para evitar la propagación de enfermedades y los embarazos no deseados.
ANULAN ELECCIÓN
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación anuló la elección de Rubén Mendoza Ayala como candidato del PAN al Gobierno del Estado de México. Esto es un triunfo de José Luis Durán, el rival de Mendoza en la interna, pero pone en aprietos al PAN. Queda muy poco tiempo para reponer el proceso. Las elecciones constitucionales serán el tres de julio y ya el PRI y el PRD tienen candidatos.
