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Jaque mate/La inversión

Sergio Sarmiento

“La competencia es un proceso doloroso,

pero al final genera magníficos resultados”.

Jerry Flint

Según las cifras oficiales disponibles, la inversión extranjera directa tuvo un aumento de cerca de 60 por ciento en 2004. Ayer el secretario de economía, Fernando Canales Clariond reiteró que en 2004 se hicieron inversiones de origen extranjero por 16 mil millones de dólares. El aumento sobre los diez mil 731 millones de dólares de 2003 es, pues, muy importante.

Lo significativo de esta información es que se refiere al mismo año en que la consultora internacional AT Kearney bajó a México del tercer lugar al 22 -de 25 países considerados- en su índice internacional de confianza de la inversión extranjera directa. Otros indicadores de confianza de los inversionistas que compilan las firmas especializadas redujeron también los índices de percepción de nuestro país el año pasado.

Varios han sido los factores que han llevado a la baja del nivel de México en los escalafones internacionales de confianzas de los inversionistas. Uno de ellos es la falta de reformas estructurales en sectores como el de las telecomunicaciones, la energía y el trabajo. Otro es el ascenso de China como un país cada vez más atractivo para los inversionistas. Los especialistas de AT Kearney señalaron también en su momento que a México se le percibe cada vez más como un destino poco seguro para la inversión, incluso menos que Brasil.

Nadie puede negar, por supuesto, el costo que tiene para la economía nacional la falta de reformas estructurales. México tendría más inversiones en algunos campos -especialmente el energético- si nuestros legisladores hubieran hecho las reformas. Pero el crecimiento de la inversión extranjera directa es indicativo de que para los inversionistas las reformas estructurales son sólo una parte de sus preocupaciones. Hay muchos otros factores que inciden en sus decisiones de invertir.

China está atrayendo un monto muy importante de la inversión extranjera directa disponible en el mundo. Si bien México obtuvo 16 mil millones de dólares en 2004, China consiguió más de 60 mil millones. Pero no hay que olvidar que en China hay mil 300 millones de habitantes frente a los 100 millones de nuestro país. Esto quiere decir que, en términos per cápita, México sigue atrayendo más inversión que China.

La tendencia a que determinados tipos de inversiones se vayan a China no se va a detener. Pero México tiene algunas ventajas competitivas que ni siquiera nuestros legisladores pueden eliminar. Hay ciertos productos que por sus dimensiones, o por la logística de componentes que requieren, necesitan plantas de producción cercanas al mercado de consumo en Estados Unidos. La inversión para estas plantas, y para muchas otras, seguirá viniendo a México, a menos de que permitamos que se deteriore nuestra competitividad.

De momento esto no está ocurriendo. Las exportaciones mexicanas crecieron a un ritmo de 15.5 por ciento en 2004. Este ritmo sigue siendo inferior al de China, que registraba hasta noviembre del año pasado un aumento de 22 por ciento, pero es ciertamente saludable. Lo que está ocurriendo, por supuesto, es que hay una desbandada de productores estadounidenses que se han dado cuenta de que no podrán sobrevivir en el mercado si mantienen todas sus operaciones de manufactura en los Estados Unidos. Muchos de ellos están así reubicando operaciones a China, pero otros más están prefiriendo México por razones muy diversas.

Claramente China es el productor manufacturero favorito del mundo actual. Pero los inversionistas financieros no mostraron la misma atracción, no por lo menos el año pasado. La Bolsa Mexicana de Valores tuvo en 2004 un alza de 47 por ciento. En cambio el mercado de valores de China registró una caída del 15 por ciento. Algo están viendo, evidentemente, los inversionistas financieros en México y algo les está preocupando de China.

Lo interesante del caso es que las empresas que hacen calificaciones de competitividad en el mundo parecen estar desfasadas. Quizá en 2003 era demasiado optimista considerar a México como el tercer lugar del mundo entre los posibles destinos de inversión extranjera. Pero bajar al país al lugar 22 de 25 países es también una exageración, sólo que de signo contrario.

MEDIA PLAYER

Microsoft decidió no apelar la decisión de las autoridades europeas que la obliga a separar su programa operativo, el Windows, de Media Player, que permite escuchar música o ver video. Dentro de poco, anunció ayer Microsoft, empezará a entregar en Europa un Windows sin Media Player. Lo paradójico del caso es que lo único que han logrado las autoridades europeas en su largo combate con Microsoft es que al consumidor europeo se le entregue un Windows inferior al del resto del mundo.

Correo electrónico:

sergiosarmiento@todito.com

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