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Jaque mate/Las soluciones

Sergio Sarmiento

“Si eliminamos lo imposible, seguramente hallaremos la solución en lo que queda”.

Arthur Conan Doyle

DAVOS, Suiza.- No hay duda que la pobreza fue el tema obsesivo en el Foro Económico Mundial que concluyó ayer en este pueblo de los Alpes suizos. La dificultad es que, como siempre, mucha demagogia se mezcla con las propuestas de soluciones claras y lógicas.

El presidente de Francia, Jacques Chirac, por ejemplo, sugirió que la solución es arrojarle más dinero a la pobreza. Hay que crear nuevos impuestos, dijo, que se apliquen a las transacciones financieras internacionales y a ciertas actividades que actualmente escapan a la fiscalización de los estados, como los cruceros internacionales, para obtener recursos y aplicarlos a la lucha contra la pobreza.

Esta propuesta fue recibida con escepticismo por otros gobernantes y por casi todos los expertos. Después de todo, ¿quién cobraría los impuestos? ¿Cómo se haría obligatorio el pago de un gravamen internacional? ¿Cómo nos aseguraríamos que los recursos que de ahí surgieran se usaran realmente para combatir la pobreza y no, como en tantos otros esfuerzos anteriores, simplemente para crear nuevas burocracias internacionales?

El ex presidente de México, Ernesto Zedillo, aplaudió el hecho de que el presidente francés se haya preocupado por la pobreza y haya citado de manera aprobatoria el informe en el que Jeffrey Sachs y otros expertos definieron una serie de acciones concretas en la lucha contra la pobreza. Pero lamentó que los asesores de Chirac no se hayan tomado la molestia de leer la parte del informe que trata sobre el comercio internacional y que fue escrita en parte por el propio Zedillo. Lo que ahí se recomienda es que Francia y otros países eliminen sus subsidios agrícolas y su proteccionismo comercial. Esta simple medida ayudaría más a los países pobres que todo el dinero que se pudiera gastar gracias a los nuevos impuestos que propone Chirac.

En el caso de Latinoamérica, las medidas que los expertos proponen son eminentemente razonables. Hay que invertir en educación, preferentemente primaria y secundaria, con el propósito de aumentar la calidad más que la cobertura; en cambio deben reducirse los subsidios a la instrucción superior. La inversión en infraestructura debe ser prioritaria. Hay que crear un mejor Estado de Derecho y constituir instituciones sólidas. Es preciso mantener equilibrios macroeconómicos y financieros razonables. El problema es que todas estas medidas se han venido proponiendo en Davos y otros foros durante años o más bien durante décadas y sólo Chile ha podido mantener un crecimiento económico sostenido.

En ocasiones las voces razonables surgen de quien menos podría uno suponerlo. “Es conmovedor -afirmó Bono, el cantante de U2- saber que tenemos un corazón en estos temas, pero a veces es mejor tener la cabeza clara”.

Tony Blair, el primer ministro británico, señaló que los países ricos deben aumentar la ayuda que otorgan a las naciones de África y a otras del mundo que sufren de una enorme pobreza. Pero recalcó que eso no es suficiente. Los países pobres deben también abrirse al comercio internacional, volverse competitivos y aplicar mejores políticas internas, porque de lo contrario de nada servirá el esfuerzo.

Bill Gates, el principal accionista de Micosoft, ha dado más ayuda por sí solo que muchos países. Recientemente financió un programa de 750 millones de dólares para aplicar vacunas a niños de familias pobres. Ha apoyado también importantes esfuerzos educativos en distintos países. Pero él reconoce también que la ayuda no es suficiente.

Para Jeffrey Sachs, del Instituto de la Tierra de la Universidad Columbia de Nueva York, los programas de ayuda deben ser prácticos. Por ejemplo, un millón de personas, principalmente niños, muere en África todos los años como consecuencia del paludismo. Esta enfermedad, sin embargo, se puede combatir de manera muy sencilla: dando a las familias más pobres mosquiteros, los cuales cuestan apenas tres dólares cada uno. Más se lograría con un programa de ayuda que comprara millones de mosquiteros que con los complejos esquemas de apoyo que manejan muchos países.

El hecho de que año con año se planteen las mismas soluciones en Davos y que todos los años haya alguien que, como Chirac, ofrezca nuevos y complejos esquemas de difícil aplicación práctica, es indicativo de las dificultades de pasar de las palabras a los hechos. Pero aun así es importante que conozcamos las soluciones sencillas y prácticas, porque ésas serán finalmente las únicas que nos permitirán derrotar a la pobreza.

ESCUCHADO EN DAVOS

Hay una mayor diferencia de ingresos entre quienes viven en el norte y en el sur de México que entre los habitantes del norte de México y los del sur de los Estados Unidos.

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