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Jaque mate/Montiel y Madrazo

Sergio Sarmiento

“El primer fundamento

inherente a la noción de

autoridad es siempre la

popularidad”.

Adolf Hitler

Hace algunas semanas uno de los miembros del Tucom me aseguraba que ninguno de los miembros del grupo se postularía por su cuenta en caso de perder el proceso interno de esa agrupación. “Ni siquiera Arturo Montiel lo haría”, me dijo el precandidato, a pesar que en ese momento algunas columnas en los periódicos afirmaban que el gobernador del Estado de México se registraría como aspirante a la candidatura presidencial del PRI aun cuando no ganara el proceso interno de Unidad Democrática. Pero el precandidato concluyó con un dejo de tristeza en su voz: “el problema, si gana, es que no creo que haya mucha diferencia entre él y Madrazo”.

De todos los aspirantes del Tucom, efectivamente, el ahora ganador Montiel es quien tiene más parecido con Madrazo. Los dos representan a un PRI firmemente anclado en el pasado. Es un PRI pragmático, es cierto, que cuando llega al poder no duda en tomar decisiones prácticas para generar un mayor crecimiento económico, como lo han hecho ambos en sus mandatos como gobernadores; pero que recurre sin sonrojo a las viejas prácticas electorales y a las formas de actuar de un partido cuyas raíces están firmemente hundidas en un México no democrático.

Montiel es tan impopular como Madrazo en las filas del foro -o círculo- rojo. Buena parte de lo que Sergio Martínez Chavarría, el ex vocero del PRI, llamó la “leyenda negra” de Madrazo y que ahora tratará de combatir desde la campaña del tabasqueño, es producto del rechazo que periodistas e intelectuales sienten por Montiel. Esta actitud, sin embargo, denota la falta de contacto de esa intelectualidad con los sentimientos y actitudes del verdadero pueblo que ellos creen representar.

Uno de los puntos que me quedó claro en la encuesta de salida que realizó la empresa de Ulises Beltrán en la elección del Estado de México el pasado tres de julio es que los mexiquenses tienen en general una opinión muy positiva de su gobernador. Su grado de aprobación es muy elevado. Esta fue una de las razones por las que Enrique Peña Nieto ganó de manera tan amplia los comicios. Y es algo que no entienden los intelectuales y los periodistas que aborrecen a Montiel.

El todavía gobernador del Estado de México se ganó la animadversión de la poderosa clase intelectual de la Ciudad de México desde su campaña electoral de 1999, cuando advertía que los derechos humanos son de los humanos y no de las ratas.

Lo que rechazó con tanto énfasis la clase pensante capitalina, sin embargo, lo aplaudió con entusiasmo el pueblo de una entidad agobiada por la criminalidad. Quizá la situación de inseguridad del estado no haya cambiado mucho en su Gobierno. El número de denuncias por delitos, de hecho, pasó de 187 mil en 1999 a 221 mil en 2004. Pero en un mundo de percepciones Montiel logró posicionarse como el político que realmente quería combatir la inseguridad a pesar de la oposición de intelectuales y comisiones de derechos humanos. Montiel es un operador político tan hábil y contundente como Madrazo. Al tabasqueño lo acusan de haber ganado la elección de 1994 en su estado con un gasto estratosférico de 60 millones de dólares. Quizá la cifra sea exagerada, pero no parece haber duda que Madrazo gastó muy por encima de los topes legales.

Esto lo demostró la PGR en los tiempos de Antonio Lozano; pero cuando se hizo necesario enviar el caso a la procuraduría tabasqueña, ésta se encargó de desecharlo para proteger al gobernador. Aun así, Madrazo terminó su Gobierno en Tabasco con tanta popularidad como la que Montiel tiene hoy en el Estado de México. El populus siempre adora a un pícaro.

De todos los miembros del Tucom, Montiel es el rival más incómodo para Madrazo. En muchos aspectos son similares. Si al tabasqueño se le puede acusar, por ejemplo, de haber manipulado en el 2002 la elección interna del PRI en Oaxaca con ayuda de José Murat, al mexiquense se le puede acusar de haber manipulado esa misma votación a favor de Beatriz Paredes.

Montiel llega a la contienda con Madrazo lleno de confianza por el triunfo de Enrique Peña Nieto y la victoria en el Tucom. Es verdad que lo aborrecen los periodistas e intelectuales de la Ciudad de México. Pero Madrazo tiene ese mismo problema. Y por otra parte, hay quien dice que la única manera de estar seguro de un triunfo electoral en México es si uno tiene el rechazo unánime de la clase intelectual chilanga.

SECUESTROS

La operación de la AFI en Iztapalapa, en la que fueron capturados cuatro secuestradores y liberadas dos víctimas, es una bocanada de aire fresco en un país agobiado por el secuestro. Tan sólo en el Distrito Federal se están registrando 150 secuestros al año.

Correo electrónico:

sergiosarmiento@todito.com

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