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Jaque Mate/ Verdad y honor

Sergio Sarmiento

?La justicia de ser honrada en su tumba?.

Elizabeth Barrett Browning

Los moretones en el cuerpo de la joven fueron hechos por golpes antes de la muerte. La herida no muestra mácula de pólvora lo que sugiere que el disparo fue hecho desde un metro de distancia. La pistola que le quitó la vida a Flora Ileana era de Medina Millet, a pesar que la joven tenía un arma propia que habría sido más lógico que utilizara en un suicidio.

El caso Medina-Abraham, que ha dividido a la sociedad yucateca durante una década, se acerca a su fin. Se espera que esta misma semana la primera sala de la Suprema Corte de Justicia discuta y vote sobre el fondo del asunto.

A Armando Medina Millet se le ha hallado culpable en primera y segunda instancias de haber matado, el 15 de noviembre de 1995, a su joven esposa Flora Ileana Abraham, quien entonces tenía 23 años de edad. El mismo día de los hechos, la Procuraduría de Justicia de Yucatán atribuyó la muerte a un suicidio. La familia de la joven, sin embargo, se negó a aceptar la conclusión.

La chica, después de todo, tenía golpes en el cuerpo y había dicho que ya no contraería nupcias religiosas con Medina Millet, con quien días antes se había casado por lo civil. Los Abraham impidieron que Medina Millet cremara el cadáver como pretendía por lo que fue posible hacer una nueva necropsia.

La familia Abraham recurrió a todos los medios a su alcance para probar el homicidio. Trajo peritos de los Estados Unidos y presionó a la Procuraduría yucateca para que cambiara la conclusión de suicidio.

Finalmente Medina Millet fue aprehendido en 1996. En ese momento se inició lo que los yucatecos han denominado ?el caso del siglo?. La influencia de las dos familias, y el hecho de que el asunto fue adoptado como causa por importantes medios de comunicación de Yucatán, contribuyeron a darle esta relevancia. Por otra parte, algunos yucatecos vieron en él una nueva guerra de castas: entre la ?casta divina?, la clase criolla que ha dominado la vida política y económica de Yucatán desde la Conquista y la ?casta beduina?, una nueva clase de empresarios pujantes, muchos de raíces libanesas, que han cambiado el rumbo de la economía yucateca en las últimas décadas.

Medina Millet ha sido ya condenado por homicidio en dos instancias. En la primera se le impuso una pena de 22 años de cárcel, que en la segunda se redujo a 20. Como aspirante al Gobierno de Yucatán el panista Patricio Patrón Laviada prometió reabrir el caso y como gobernador ha hecho todo lo posible por liberar a Medina Millet. La Procuraduría a su cargo desconoció las pruebas presentadas en la administración priista anterior y promovió un recurso de ?revisión extraordinaria? ante el Tribunal Superior de Justicia de Yucatán. La mayoría panista en el Congreso local amenazó con hacer un juicio político a los magistrados que votaran en contra de la liberación de Medina Millet; y cumplió su amenaza luego que el Tribunal desechara el recurso, al promover un juicio en contra de cinco de los seis magistrados.

El caso ha llegado ya a la Suprema Corte de Justicia. La primera sala decidió en mayo desechar un dictamen del ministro José Ramón Cossío que habría ordenado al Tribunal yucateco reabrir el juicio. Ahora toca el turno a un voto sobre el fondo: ¿realmente mató Medina Millet a Flora Ileana? El ministro Sergio Valls presentará el dictamen.

Son muy numerosas las irregularidades del caso. Algunas han favorecido a Medina Millet y otras lo han perjudicado. Independientemente de los criterios de procedimiento, y sin ser un perito, en lo personal me inclino a pensar que la muerte de Flora Ileana fue un homicidio. Los moretones en el cuerpo de la joven fueron hechos por golpes antes de la muerte. La herida no muestra mácula de pólvora lo que sugiere que el disparo fue hecho desde un metro de distancia. La pistola que le quitó la vida a Flora Ileana era de Medina Millet, a pesar que la joven tenía un arma propia que habría sido más lógico que utilizara en un suicidio.

Por otra parte, la descripción de los hechos de ese 19 de noviembre por Medina Millet me parece poco coherente. Medina Millet no llamó a una ambulancia para atender a la joven sino que arrastró el cuerpo por las escaleras para llevárselo en un automóvil. Quemó posteriormente sus ropas manchadas de sangre, que eran una prueba fundamental en el caso.

Paradójicamente, poco importará en los hechos la decisión de los ministros: Medina Millet saldrá libre en poco tiempo. El año que viene cumplirá 10 años en la cárcel y tendrá derecho a la preliberación. Las dos familias, sin embargo, están luchando por algo más que la libertad del reo: buscan que la justicia refleje su visión de los hechos. Quizá parezca paradójico a una sociedad como la nuestra que ya no respeta la justicia, pero para las familias Abraham y Medina Millet éste es un pleito por la verdad y por el honor.

NUEVA ORLEANS

La tecnología de diques hizo posible que buena parte de Nueva Orleans se construyera por debajo del nivel del mar. Hoy la naturaleza ha tomado venganza. La tecnología debe actuar con la naturaleza y no en contra de ella.

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