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Jaque Mate| Voto ciego

Sergio Sarmiento

"Los partidos políticos nacionales y los candidatos a cargos de elección popular no podrán realizar campaña electoral en el extranjero?.

Artículo 296, Cofipe

Nunca nadie podrá acusar a los políticos mexicanos de ser coherentes. Ahí está como nuevo ejemplo la decisión de permitir el voto de los mexicanos en el extranjero pero sin darles oportunidad de tener información de los candidatos o los partidos. Al promover el voto ciego, nuestros políticos ponen en peligro a la soberanía nacional.

La legalización del voto de los mexicanos en el exterior nos ha sido presentada como un gran acto de justicia para los nacionales que se han visto obligados a dejar México para ganarse la vida en un país que tiene un sistema económico más eficiente que el nuestro. Y es verdad. Pero de qué sirve reconocerles el derecho a votar si no se les deja tener acceso a la información que les permitiría ejercer un voto razonado.

Los artículos 182 y 296 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe) prohíben la realización de campañas en el extranjero en cualquier tiempo. Esta disposición ha llevado ya a la cancelación de un viaje a Los Ángeles, la de Andrés Manuel López Obrador, candidato del PRD a la Presidencia de la República, y de otro a la ciudad de Washington por parte de Manuel Espino, presidente del PAN. Ninguno de los dos quiso abrir la puerta a una acusación de estar violando la ley electoral, independientemente de que ambos argumentaron que no realizarían proselitismo político en el extranjero.

Puede entenderse el razonamiento que llevó a esta restricción. Las campañas en México están llenas de limitaciones de todo tipo. En el afán de generar una contienda de verdadera equidad, los candidatos y los partidos deben obedecer complejas reglas que difícilmente podrían hacerse respetar en el extranjero. De ahí que los legisladores, en ese ánimo de prohibición que los caracteriza, hayan decidido simplemente prohibir todo acto de proselitismo fuera del país.

Lo absurdo de esta situación, sin embargo, es que condena a los mexicanos en el exterior a sufragar a ciegas o con una visión muy parcial de las propuestas de los candidatos. Si no se permite a los candidatos y a los partidos presentar sus propuestas a los mexicanos en el exterior, ¿de dónde se supone que van éstos a obtener la información que les permita votar de manera inteligente? ¿De las cadenas de televisión, las emisoras de radio y los periódicos de los Estados Unidos? Quizá lo que se buscaba era impedir una situación de inequidad electoral; pero lo que se ha logrado es colocar un universo potencial de cuatro millones de votos mexicanos, en una elección que bien podría ser la más cerradas de la historia de nuestro país, en las manos de los dueños y los directores de noticias de los medios estadounidenses de comunicación. Y el IFE no tiene ninguna jurisdicción sobre estos medios informativos.

Éste puede ser uno de los errores más dramáticos de nuestros políticos en los últimos tiempos. Nuestros diputados y senadores, así como el presidente que aprobó la legislación el 30 de junio de este año, han puesto realmente en riesgo la soberanía de nuestro país. Mucho más sensato habría sido aceptar el proselitismo en el extranjero para que fueras los candidatos y sus representantes los que llevaran su mensaje a los mexicanos fuera del país.

Sin embargo, ya no hay nada que se pueda hacer sobre el particular, por lo menos no para los comicios de 2006. Para que una reforma electoral sea válida tiene que promulgarse cuando menos un año antes de que se aplique a una votación concreta. Y las próximas elecciones presidenciales se llevarán a cabo el 2 de julio. En otras palabras, ya no puede haber cambios. Esto sería tanto como modificar las reglas con la competencia ya empezada.

Los mexicanos debemos tener una actitud muy especial sobre el voto de nuestros compatriotas en el exterior. Por una parte, podemos estar satisfechos del hecho que se cumplirá el sueño de muchos de ejercer el derecho a votar en las elecciones de la tierra que los vio nacer. Por la otra, debemos esperar que no sean muchos los que realmente sufraguen, para que sus votos no sean decisivos. Si no, el resultado de la elección presidencial de 2006 será definido por un grupo de mexicanos al que no se le dio el derecho de escuchar las posiciones de los candidatos o los partidos políticos.

CONEXIÓN UNIVERSAL

Ya no será necesario buscar un lugar con cobertura inalámbrica ni podrán los hoteles cobrar tarifas de extorsión por el servicio de Internet. La empresa Dell empezará a vender el año que viene computadoras con tarjetas integradas de Internet inalámbrico de banda ancha que utilizan espectro de telefonía celular. El mundo de conectividad universal empieza a hacerse realidad.

Correo electrónico: sergiosarmiento@todito.com

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