MADRID, ESPAÑA.- La crisis en Osasuna de Pamplona cada día es más grave y el descenso ronda a la escuadra "rojilla", aunque el técnico Javier Aguirre asume completamente su responsabilidad y asegura que no ha pensado en dejar su cargo.
Luego de la goleada 4-0 que les propinó ayer Levante, la mala racha de Osasuna se extendió a once juegos sin conocer el triunfo, pero el "Vasco" aún no piensa "arrojar la toalla" y se considera el único responsable de esta situación.
Al término del encuentro, Aguirre indicó que "evidentemente soy el principal culpable de lo que ocurre" y consideró que el partido de este día ha sido el peor que sus pupilos han jugado desde que tomó las riendas de la escuadra navarra.
El timonel agregó que además del estado anímico débil que arrastra su equipo, se cae cuando recibe un gol como sucedió ayer, ya que "cuando marcamos antes, aunque también jugamos mal, por lo menos no perdemos, pero si nos marcan, nos vamos abajo".
Ante la crítica situación que vive el plantel, el estratega dejó entrever que necesitan una "minipretemporada", misma que realizarán durante su gira por Estados Unidos.
Debido al aplazamiento del partido de la fecha 29 ante Villarreal, Osasuna contará con casi 20 días de descanso previo a su próximo choque de liga frente a Real Sociedad, periodo que deberán aprovechar para salir del bache en el que se encuentran.
"Partimos de cero y aunque vi bien al equipo antes del juego no veo explicación a lo que ocurre. Los goles han sido evitables, pero han habido escenas defensivas lamentables. En el descanso ya estaba deseando que se acabara el encuentro", concluyó el timonel.
Con este revés, Osasuna cayó a la decimoséptima posición de la tabla general y se quedó con sólo 31 unidades, siete más que Mallorca y Albacete y 11 de ventaja sobre Numancia, equipos que pelearán con los "rojillos" por no descender a la Segunda División.