La actriz confiesa que nunca le gustaron los filmes de miedo.
EFE
Madrid, ESPAÑA.- Jennifer Connelly, ganadora de un Oscar y especializada en personajes dramáticos y complejos, protagoniza ahora Agua Turbia, adaptación de un clásico moderno de terror japonés. Un caso peculiar en esta actriz que afirma: ?nunca me gustó el cine de terror, de hecho me lo tenía prohibido?.
?Al no agradarme el género, éste no me parecía un proyecto para mí, porque no soy espectadora de filmes de miedo. Sin embargo, cuando leí el guión me gustó y eso me hizo interesarme por las películas de horror, que hasta entonces las tenía prohibidas. Nunca iba a verlas?, señaló la actriz durante su visita a Madrid.
?Al ofrecerme el guión, hice algunas investigaciones y vi muchas películas de terror. Me sorprendió que había clásicos en este género realmente buenos, como La Semilla del Diablo, de Roman Polansky.
Pero me gustan más los filmes de terror psicológico, como éste, que las que se basan más en la acción?, señaló Connelly.
Además, estaba interesada en trabajar con el director brasileño Walter Salles, autor de filmes como Diarios de Motocicleta, pero, sobre todo, le gustó la versión americana del guión pues ?daba pie a desarrollar más mi personaje, mostraba su vulnerabilidad, sus miedos y sus esperanzas?, señaló.
Connelly, que comenzó en el cine a los diez años en la mítica película Erase una vez en América, reconoció que ?empezar tan joven no fue una elección mía, fue algo que sucedió y luego me siguieron ofreciendo películas?.
Ganadora del Oscar por la cinta Una Mente Brillante, Jennifer Connelly ha mantenido su carrera a base de personajes complejos, con entidad.
?Muchas veces -dijo- me ofrecen papeles en los que soy una adicta a las drogas o una mujer en crisis. Yo pienso que el ser humano es un ente complicado y a mí me interesa mucho la naturaleza humana y prefiero esos personajes para poder explorar sobre ello. Supongo que por eso me eligen más para el drama que para la comedia, pero tampoco es mi elección?.
A la hora de elegir, Jennifer Connelly reconoce no basarse en criterios como ganar dinero o subir en el escalafón, es decir, no le gusta tomar decisiones calculadas. ?Me dejo llevar por la pasión e intento elegir personajes que me provoquen curiosidad y sobre los que me apetezca investigar cuatro meses?.
A sus 34 años, Connelly entiende ya llega a una edad en la que ?para permanecer en activo hay que mantener una posición inteligente. Hay actrices que han logrado carreras larguísimas y yo espero tener la inteligencia suficiente para seguir esos pasos, que mi carrera continúe y que vaya desarrollando nuevos tipos de papeles?.
