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MADRID, ESPAÑA.- En verso, el cantautor Joaquín Sabina pidió disculpas por haber dejado insatisfecho a su público en un concierto en el teatro Jovellanos de Gijón, al norte de España, que tuvo que suspender el jueves por problemas con la voz. El texto, difundido por el mismo teatro, lleva como título Gatillazo Gijonés, usando la palabra ?gatillazo? para referirse a la insatisfacción que provocó en sus seguidores.
?Ya comprende un servidor/que el gatillazo de ayer/no encoña al mejor postor/Sin edad de merecer/puedo seguir siendo yo/cuando me da por crecer?, escribió un Sabina que se confesó la noche previa como ?malo?, tras haber tenido problemas de la voz por diversos excesos. La noche del jueves, en Gijón, tras salir al escenario, el autor de Y nos Dieron las Diez, advirtió a los asistentes al recital de las malas condiciones en que se encontraban sus cuerdas vocales.
Sin embargo, ofreció a sus incondicionales cinco temas pese a sus mermadas facultades y cuando interpretaba Pájaros de Portugal, el primer sencillo de su último disco, optó por interrumpir la actuación. No le quedó mas remedio que confesar a sus seguidores que, por primera vez desde que arrancó la gira Ultramarina, el pasado 17 de noviembre en Valladolid, la noche anterior había sido ?malo?.
Acto seguido, los espectadores respondieron con aplausos al cantante originario de Jaen, en el sur de España, que confesó que era la primera vez que suspendía un concierto una vez iniciado. Este día, el cantante, en sus versos, lamentó que lo ocurrido se diera en Gijón: ¿Por qué en Gijón, madre mía/ Donde yo menos quería/pasó lo que me pasó?/ Mi garganta pajillera/ con costo en la faltriquera/ dijo que sí, pero no?.
?Lo malo es que el Jovellanos/se me escapó de las manos/por do más pecado había?, añadió. Luego, hizo alusión a Joan Manuel Serrat y a Pablo Milanés: ?A mi Nano, en Nueva York/ se le atravesó el terrat/ y Manhattan lo adoptó/ y a Pablo, cuerpo presente/ cuando fue a Chile, a pisar/ nuestras calles nuevamente/ Las pisó, claro que sí/ cayendo chuzos de punta/pero estuvimos allí.
?Las zidanes cejijuntas/ los talibanes cubanos/ Y, sin embargo, esa voz enmudeció de repente/ para darnos otra coz/ cambiarle la jeta a Acebes/ es lo mejor de la noche/ de este concierto tan breve/ Mañana será otro día/ volveré a ser el fantoche /de calle melancolía, concluyó.
La puesta a la venta de las localidades el pasado día 24 de noviembre, inicialmente para dos conciertos, provocó largas colas y hasta protestas callejeras al agotarse en pocas horas, debido a la venta simultánea en taquilla y en los cajeros de una entidad de ahorro.
De hecho, el tercer concierto responde a estas protestas por la limitación del aforo. Los precios de las entradas, a más de 20 dólares en general y más de 30 en butacas y entresuelo, han llegado a más de 150 dólares en la reventa.
