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BUENOS AIRES, ARGENTINA.- El cantante español Joaquín Sabina reconoció que después del infarto cerebral que sufrió en 2001 por su adicción a la cocaína enfrentó una fuerte depresión que pensó nunca sufriría.
En entrevista con el diario Clarín, Sabina explicó que "yo era como los niños, que creen que la muerte es algo que le pasa a otros. Y yo creía que las depresiones les ocurrían a señoras aburridas y viudas".
Recordó que "la depresión vino cuando menos esperaba y se fue cuando menos esperaba. Yo me insultaba a mí mismo, me avergonzaba de mí mismo".
En ese momento, dijo, se preguntaba "cómo era posible que cinco minutos antes sólo pensaba que me harían falta más vidas para hacer todas las cosas que tenía ganas de hacer".
El autor de Me Sobran los Motivos explicó que una de las cosas que quería hacer y que postergaba por falta de tiempo era la literatura.
Por eso, señaló, en plena depresión se puso a escribir sonetos y a tener nuevos amigos, más relacionados con los libros. "Eso me salvó. Descubrí que los escritores son menos drogadictos que los músicos, pero mucho más borrachos", dijo con su famoso tono irónico.
El cantante, quien está en plena promoción de su más reciente disco, Alivio de Luto, aclaró que ha dejado la cocaína pero mantiene las rutinas nocturnas.
"Me acuesto a las cinco, seis de la mañana. La diferencia es que antes, con la coca, me tomaba dos botellas de whisky sin enterarme.
Ahora con tres vasos ya tengo la lengua estropajosa", explicó.