Viena, (EFE).- Una joven vienesa de 19 años con síndrome de Down verá hacerse realidad un sueño, cuando participe en el Baile de la Ópera junto al nutrido grupo de jóvenes debutantes, a pesar de su enfermedad.
Sabine Kropatsch tuvo que someterse a numerosas pruebas antes de poder comparecer entre los debutantes en el baile más elegante de la temporada y las superó con mucha ambición y disciplina.
Según declaró a la prensa su madre, Gabriele Kropatsch, hubo que buscar una escuela de baile para las necesidades especiales de la muOchacha y Sabine tomó clases privadas durante varios meses en el renombrado instituto Elmayer, que tradicionalmente prepara a las parejas para el gran evento.
La joven, que llegó a ocupar el cuarto lugar en las competiciones de volteo de los Special Olympics en 2003, alcanzó la perfección necesaria en el vals a la izquierda que es condición previa para inaugurar el baile, y ahora está en el séptimo cielo.
Su madre, que dijo estar más nerviosa que la muchacha, declaró a la prensa que, en un principio, era escéptica acerca de las posibilidades de que se cumpliera el deseo de la hija, pero ha llegado a pensar que, a lo mejor, el ejemplo de la chica animará a otros pacientes de síndrome Down para atreverse a probar algo nuevo.