Los ?cholos? representan un peligro constante para los alumnos
Lejos del bullicio de la ciudad, en sus límites sureños se extienden grandes terrenos baldíos, con una que otra construcción de ladrillo ?pelón?, sin terminar, en calles cuyo trazo se pierde a los ojos fácilmente, se escuchan dos silbatazos cortos, luego otros dos.
Faltan 15 minutos para las dos de la tarde, en la Escuela Secundaria Luis Donaldo Colosio, ubicada en la colonia Nuevo Durango II, que es parte de una franja de asentamientos nuevos, al otro lado del Arroyo Seco.
De las aulas comienzan a salir los alumnos, como lo hacen las hormigas al emerger a la superficie, unos de los contados salones de ladrillo y los más de los cuartuchos de madera y lámina en donde reciben las clases.
Los jóvenes de entre 13 y 14 años caminan en todas direcciones; unos hacia la ?puerta principal?, que es un montón de maderos a punto de caerse, otros toman el camino a sus casas por atrás de los salones, y otros más por los costados.
José Manuel Alvarado Moreno, en funciones de prefecto, señala que esta comunidad escolar tiene tiempo solicitando la barda perimetral a las autoridades de Educación, pero siguen a merced de los ?cholos?, que pueden entrar al plantel a la que hora que quieran, en la mañana, durante clases, en la tarde y noche, en que queda al cuidado de un velador.
En los salones de madera, que forman una hilera con seis compartimentos, hay graffiti, orificios, una tablón de aglomerado tirado. Hace unos días alguien entró al cuarto de la biblioteca, y a la oficina contigua y ocasionaron daños y desorden del mobiliario.
Esta escuela no tiene luz eléctrica, porque la Secretaría de Educación no quiere hacer una aportación para completar el dinero para comprar un poste. La energía eléctrica se la roba de la red pública.
?Vienen muchos ?cholos?, un montón, y cada rato, por eso pedimos que nos ayuden a poner la barda?, expresa la alumna de tercer grado Yareli Sugey Meraz Sánchez. Su compañera Yessica Lorena Ibarra Núñez confiesa que se siente insegura, porque los ?cholos? entran cuando están en clases. ?Nos molestan, así como a nuestros compañeros, porque se pueden meter por donde quieran a la escuela?, indica.
Alrededor de la escuela hay pequeños tramos muy descuidados de tablones, de lo que fue una barda de madera; atrás de la escuela, hay tela ciclónica, pero en algunas partes está doblada o tirada.
A lo lejos, recargados en una pared de ladrillo, un grupo de jóvenes de aspecto ?cholo? dirige su mirada hacia la escuela; pero intempestivamente se retiran en cuanto ven que los enfoca la cámara fotográfica.
El director de este plantel, Luis _rnulfo Rosales de la Hoya, señala que tienen el problema de que acuden continuamente bandas de ?cholos? a golpear a los estudiantes de la institución.
Por la falta de barda, agrega, han resentido daños en la infraestructura y mobiliario, y señala que no hay vigilancia policiaca, que han solicitado en forma constante, sin obtener respuesta.
En esta institución estudian 380 estudiantes, es atendida por 48 personas entre maestros, personal de prefectura, intendencia y directivos; hay 11 grupos en los edificios de material y en los salones de cartón.
El subdirector Pablo Saucedo Serrano afirma que nunca ha pasado el servicio de basura por este lugar, por lo que la queman; pero que el principal problema que enfrentan es la falta de la barda y la actuación de los ?cholos?.
Educación/ carencias en plantel
Petición
Con más de siete años de servicio, la Escuela Secundaria Luis Donaldo Colosio Murrieta, de la colonia Nuevo Durango II, está olvidada de las autoridades educativas.
-No tiene barda.
-Continuamente acuden ?cholos? a molestar a los estudiantes.
-No hay servicio de basura y la queman a cielo abierto.
-Carece de vigilancia policiaca.
-Tienen salones de madera y lámina.
-No disponen de energía eléctria.
FUENTE: comunidad escolar.