CALIDAD PROBADA | SUS NÚMEROS EN EL BEISBOL HABLAN POR SÍ SOLOS DE SU CATEGORÍA.
Juan Navarrete ya es campeón en Liga Mexicana, pero desea enriquecer su trayectoria.
EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Para Juan Navarrete Sánchez, la visión sobre el beisbol no ha cambiado; orgullo del barrio de Las Cuadras en Gómez Palacio, el popular ?Kilillo? igual disfrutó su etapa de pelotero, como la de manager e instructor, la cual hoy desempeña en la organización de los Atléticos de Oakland, en donde está a punto de cumplir diez años de labor.
Hombre serio, profesional y trabajador, Juan Navarrete está actualizado, aunque siempre dispuesto a aprender algo nuevo, porque esa es la receta que primero lo llevó al Salón de la Fama del Beisbol Mexicano y recientemente al de la Serie del Caribe, al que ingresó junto a figuras de la talla de Rod Carew, Willie Mays y Orestes ?Minnie? Miñoso.
Manager campeón con los Olmecas de Tabasco en 1993, timonel de México en el Torneo Preolímpico de Panamá, en donde se venció a los Estados Unidos, 2 carreras a 1 y nuevamente piloto de la nave tabasqueña en 2004, hasta que la aparición de Raúl González Rodríguez cambió los planes que la organización tenía para el de Gómez Palacio.
Instalados en la sala del hogar de sus padres, en Gómez Palacio, poco a poco Navarrete echó atrás las hojas del calendario y a lo largo de más de dos horas, repasó aspectos fundamentales en su vida, así como la relación que tuvo con personajes diversos del Rey de los Deportes, de quienes aprendió mucho, para finalmente forjar al hombre de beisbol que hoy existe en él.
?Es una gran satisfacción que tomen en cuenta lo que hice, como pelotero no acostumbraba ver los números y al saber de este reconocimiento, recordé aquel 1985 en Mazatlán, cuando fui campeón bateador de la Serie del Caribe?.
Navarrete Sánchez jugó aquel clásico en el puerto sinaloense con la franela de los Tomateros de Culiacán, en donde acumuló promedio ofensivo de .533. ?Siempre fui un bateador muy selectivo, no le hacía swing a lanzamientos malos, en aquella ocasión hice buenos contactos con la bola y tuve la suerte de que cayera en terreno de hit. Un buen recurso que utilizaba fue el toque de bola, en ocasiones batallaba para hacer contacto pero me ponía en base con toques, lo que molestaba
a algunos pitchers estelares, sin embargo, yo nada hacía cuando me dominaban?.
Navarrete nació con la habilidad para jugar beisbol y entre los bateadores que más admira menciona a Rod Carew, mientras que Héctor Espino es el elegido entre los mexicanos. ?Me hubiera gustado mucho saludar a Carew en Mazatlán, es una lástima que no haya podido asistir. Héctor Espino fue mi compañero en 1980 con Saltillo y siempre me gustó su forma de conducirse?.
Como bateador estelar, Navarrete enfrentó a varios lanzadores que le dieron problemas serios y al respecto señala: ?todos fueron complicados, pero a
tipos como Mike Paul y George Brunet no me gustaba encontrarlos enfrente. Brunet tenía una revirada magistral a primera base y en una ocasión que le
robé la almohadilla, al término del partido me fue a felicitar. De los mexicanos batallaba para batearle a Vicente ?Huevo? Romo y a Aarón Quiroz, que lanzaba una curva muy complicada para hacer contacto?.
Como camarero que fue a la defensiva, Juan Navarrete mencionó a los segundas bases que más ha admirado: ?me gustaba mucho Paco Chávez, por su habilidad para deshacerse de la bola; otro excelente era Joel Serna, también Fernando Villaescusa (qepd) y Germán Barranca?.
De ligas mayores citó como los más admirados a Pete Rose, Nolan Ryan, Dwigth Evans y Rod Carew. Navarrete fue un pelotero completo y si con el bate realizó cosas importantes, el mismo nivel alcanzó defensivamente: ?la clave es mantenerse siempre en forma y estar listo, en mi carrera cuidé mucho el aspecto defensivo, era algo que me producía gran alegría y en ocasiones disfrutaba más salvar el partido con un lance oportuno en segunda base, que dar dos hits; lógicamente si el batazo decidía un juego, también había enorme satisfacción?. Pero no sólo batear y fildear hacía bien Juan Navarrete, ya que tembién es reconocido como uno de los mejores robadores de bases en el beisbol mexicano, al respecto señala: ?hay habilidades que ya se traen y cuando perfeccionas una técnica, las cosas pueden mejorar bastante; siempre me gustó robar bases, incluso rompí la marca de Pancho García, pero después vino Matías Carrillo a superar la mía, para eso son los records. ?La razón de haber robado muchas bases fue que cuando estaba con Montreal había un programa llamado ?Escuela para Rateros?, en el cual nos perfeccionaron la técnica, en mi caso resultó muy favorable; a lo largo de tu carrera como pelotero aprendes muchas cosas positivas, pero el proceso sigue cuando eres manager o scout, sobre todo si te rodeas de gente valiosa, como yo traté de hacerlo?. Juan hace una pausa, respira profundo y después de algunos segundos señala: ?hoy no tengo trabajo en Liga Mexicana, pero creo que puedo ser un elemento que aporte cosas buenas a los peloteros jóvenes, como transmitir mi experiencia en el aspecto de robar las bases, así como consejos de bateo y cómo jugar la segunda base; la situación en
Tabasco no se dio como lo había acordado antes de la llagada de Raúl González, me voy a Oakland, en donde cumpliré diez años, pero estoy convencido de que algún día volveré a dirigir un equipo y transmitir mis conocimientos al jugador joven?.
A pregunta expresa, el ?Kilillo? habló del mejor manager que tuvo como pelotero: ?no tengo uno preferido en especial, pero de algunos que me dirigieron podría sacar al ideal: con la disciplina de Tomás Herrera, analista como Gregorio Luque, la energía de Lee Sigman, la paciencia de Dave García y la destreza de ?Cananea? Reyes.
RAÚL GONZÁLEZ DIJO NO
Al término de la temporada 2004 como manager de los Olmecas de Tabasco, Juan Navarrete presentó un plan de trabajo a los propietarios de la organización: ?se tomó la opción de trabajar con los muchachos jóvenes en la Liga del Istmo, para mí era importante estar con ellos durante el ciclo completo, porque se avanzó mucho, pero faltan cosas por hacer. Antes se tenían muchos peloteros prestados y mi idea era construir una buena base mexicana, porque ese es el secreto de los equipos exitosos, como Diablos, Tigres, Puebla y Sultanes?.
Recuerda la cronología de los hechos: ?cuando me llamaron de Oakland para ir en 2005 agradecí las atenciones porque ya tenía un compromiso con Olmecas de Tabasco, es más, dos equipos de la Liga del Pacífico me ofrecieron ser manager, pero no acepté por la misma razón, posteriormente llegó Raúl González y cuando fui a Villahermosa a firmar mi contrato, me dijo que los planes habían cambiado, ahora sólo me querían para dirigir en Verano, por lo que el trabajo iniciaría en febrero y terminaba hasta donde llegara el equipo; yo le dije que así no me gusta trabajar y le di las gracias?.
Navarrete profundiza en el tema: ?cuando yo me arreglé con los propietarios se habló de pesos y centavos, las cosas estaban claras, después se dijo erróneamente que yo había solicitado más dinero, pero eso es falso, lo que no acepté fue el cambio de planes, porque conozco la organización y tenía un plan de trabajo para construir una buena base mexicana. Lo cierto es que estuve a punto de quedarme sin trabajo, tenía esperanza de encontrar equipo, pero nadie me llamó y ahora ya todos tienen manager, afortunadamente la gente de Oakland está contenta con mi trabajo y allá tengo mi lugar, hace nueve años me invitaron y estoy a punto de irme al campo de entrenamiento?.
POTENCIA OLÍMPICA
Juan Navarrete recibió la invitación de Roberto Mansur para dirigir a la Selección Nacional de beisbol, de cara al Torneo Preolímpico de Panamá 2003, para el de Gómez Palacio fue una buena experiencia y algo que le dejó aquella aventura es que México puede pelear de tú a tú con potencias como Cuba y Estados Unidos, además, que es muy superior a Canadá, con
el que perdieron el boleto a los Juegos de Atenas 2004. El ?Kilillo? recuerda aquella aventura: ?al único equipo que no conocía bien era al cubano, pero sé de su fortaleza porque realizan un trabajo de conjunto desde hace varios años, a los peloteros de Estados Unidos los vi en Arizona?.
Navarrete no considera sorpresivo el triunfo de 2 a 1 sobre Estados Unidos, en donde Rigo Beltrán lanzó siete entradas en gran forma, el zurdo Víctor Álvarez trabajó una y terminó Isidro Márquez. ?Canadá es un equipo inferior, pero nos ganó porque nuestro pitcheo no estaba en buena forma.
Aquel movimiento de la Anabe
Quizá quienes vivieron la huelga de la Asociación Nacional de Beisbolistas (Anabe) en 1980, recuerdan a Ramón ?Abulón? Hernández, Maximino León, René Chávez, Luis Meré y el mismo Juan Navarrete, sin embargo, la realidad es muy distinta. Navarrete Sánchez explica: ?las cabezas del movimiento eran los peloteros de Puebla, como Alfonso ?Houston? Jiménez y José Elguezábal, el ?Abulón? Hernández no quería ser presidente, tampoco yo quería ser representante de la Zona Norte, ni Maximino León del Sur, pero prácticamente nos obligaron?.
Recuerda cómo se dieron las cosas hasta que estalló el movimiento: ?pasaron un documento para que todos lo firmáramos, yo no estaba de acuerdo en el procedimiento que se seguía, aunque la razón del movimiento era buena, sobre todo porque se pretendía establecer la pensión de retiro para el pelotero.
Finalmente la huelga estalló porque la mayoría de los jugadores eran manejados como títeres, ya que nadie sabía de qué se trataba el movimiento y cuáles serían los movimientos. Ya se hablaba de un sindicato, pero era complicado, porque también se adquieren obligaciones que antes no se tenían; lo primero era integrar una asociación y estudiar muy bien el siguiente paso, pero nada los detuvo y las cosas siguieron su curso?.
Al no estar de acuerdo en la forma de organizar el movimiento, Juan Navarrete pedía a sus compañeros sentarse a dialogar con los directivos, pero la decisión se había tomado y el movimiento estalló, Navarrete entonces, se unió a los Saraperos de Saltillo, que posteriormente serían campeones de aquella minitemporada extraordinaria, al mando de Gregorio Luque. ?A varios nos llamaron esquiroles, pero en lo personal no estaba de acuerdo en los procedimientos que se eligieron y en base a eso actué. Fuimos varios que seguimos, lamentablemente para quienes siguieron con el movimiento, las cosas no se dieron, porque de inicio se hicieron mal; se pensaba que al haber mucho dinero los beneficios serían mejores si se creaba otra liga?. Han pasado 25 años de
aquel movimiento y así ve Juan Navarrete la situación del beisbol de la Liga Mexicana: ?creo que le ha costado mucho trabajo recuperarse y todavía no lo logra totalmente, sin embargo, la idea sirvió porque las condiciones del pelotero han mejorado bastante, sobre todo en los viajes y los viáticos. Ahora los equipos se desplazan en avión cuando hay mucho kilometraje, se llega a hoteles de primera clase, se otorgan mayores viáticos, los parques en general, sobre todo los vestidores, han mejorado bastante y todo eso es importante para el mejor desempeño del jugador?. Dijo que lo que no se ha logrado es el Seguro Social para el pelotero, aunque reconoce que la atención médica que se le brinda en casos de emergencia, es de excelente calidad, muy superior a lo que ofrece el IMSS. ?Hoy el jugador está bien atendido, sobre todo en cuestión de lesiones, hay acceso a radiografías y estudios que en otros tiempos prácticamente no se otorgaban?. Lamentó que el fondo para la pensión del pelotero no haya tenido el éxito que se esperaba: ?el licenciado Jorge Pulido Vázquez hizo un buen esfuerzo, pero a la mayoría de los peloteros no les gusta poner dinero y poco a poco dejaron de cooperar con sus cuotas, era un plan de ahorro muy bueno, porque al retirarse tendría un buen colchón mientras encontraba una actividad que le permita vivir tranquilamente con su familia?.