Toronto (Canadá), (EFE).- Un jubilado de 78 años que sufre una enfermedad pulmonar incurable celebrará su velorio poco antes de suicidarse en su hogar de Ottawa en las próximas horas, en un intento por cambiar las leyes canadienses que prohíben la eutanasia.
El abogado de Marcel Tremblay, Lawrence Greenspon, confirmó a EFE que el jubilado tiene previsto celebrar un velorio con varias decenas de familiares y amigos antes de suicidarse en su hogar.
Según Greenspon, Tremblay inhalará gas helio para acabar con su vida y ha decidido hacer públicas sus intenciones como forma de protesta por la legislación canadiense que impide el suicidio asistido.
"Tremblay es todavía capaz psíquica y físicamente de suicidarse por lo que he aconsejado a la familia que no le asista en ninguna forma para evitar que realicen algún acto ilegal", dijo Greenspon.
Tremblay sufre varias enfermedades, entre ellas una fibrosis pulmonar que le impide respirar de forma apropiada.
En declaraciones a un periódico local, Tremblay señaló que "se suponía que (la fibrosis) tenía que matarme pero está llevando demasiado tiempo. No puedo pensar ninguna muerte más terrible que no ser capaz de respirar".
Tremblay añadió que "tengo problemas inhalando aire y me dicen que cada vez empeorará más hasta que no pueda respirar en absoluto. No me espera nada más que una penosa muerte. Me levanto cada mañana deseando que hubiese muerto la noche anterior".
Greenspon indicó a EFE que la semana pasada la policía le sometió a tres pruebas psicológicas realizadas por otros especialistas que determinaron que Tremblay se encuentra en pleno control de sus capacidades mentales.
En Canadá es legal suicidarse pero no ayudar a alguien a quitarse la vida, lo que está castigado con una pena de hasta 14 años de prisión.
Tremblay consideró que la gente debería poder decidir cuándo quiere morir, por lo que espera que su caso "haga el máximo ruido posible".