Dos goles del "Pony" y uno de Elgabry Rangel, dan espectacular victoria a Santos Laguna sobre el Cruz Azul.
El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- Santos Laguna supo sobreponerse a un marcador adverso y a una controvertida decisión arbitral, para imponerse en partido de volteretas, 3-2 a la Máquina Celeste de la Cruz Azul, en juego que cerró la décima fecha del Torneo Apertura 2005.
Los goles de los laguneros, fueron de Rodrigo Ruiz a los minutos 77 y 80 de tiempo corrido en impecables cobros de tiros libres, así como del nayarita Elgabry Rangel en el 87. Por los azules marcaron Francisco Fonseca al 51 y el colombiano John Javier Restrepo al 85.
Al minuto 26, el ?Pony? Ruiz recibió un buen pase de Miguel Zepeda, pero el chileno naturalizado mexicano, mandó su obús por encima del arco. Un minuto más tarde, Matías Vuoso remató en los linderos del área, pero también la voló.
El colombiano John Javier Restrepo, se encontró un rechace después de un corner, aunque lamentablemente para su causa, salió a las manos de Mauricio Caranta. Los albiverdes contestaron con una gran triangulación entre Rafael Figueroa, Matías Vuoso y Miguel Zepeda, donde este último jaló del gatillo muy desviado, tanto que el balón abandonó la cancha por la banda.
En la parte complementaria Santos casi abre el marcador por conducto de Miguel Zepeda, al bajarle Matías Vuoso un balón con el pecho, pero el ?Conejo? atajó bien la intentona que amenazaba con introducirse a las redes.
Con 15 minutos por jugarse del partido, Matías Vuoso le ganó un balón al ?Conejo? que salió a destiempo en las afueras del área y cometió falta para irse anticipadamente a las regaderas. Joel Rangel, quiso compensar la expulsión, al mostrar tarjeta roja a Júnior César minutos después; el brasileño despojó correctamente a Restrepo dentro del área lagunera.
El empate a dos no intimidó a los locales, quienes se lanzaron con todo en busca del gol de la victoria, hasta que finalmente la consiguieron. En el descuento, Joel Huiqui a punto estuvo de igualar el partido.
, al tirar de media distancia, pero la pelota pasó angustiosamente a un lado del arco de Caranta, para alivio de los seguidores santistas.
