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Juegos/Nuestro concepto

Si hay un político hecho a la más tradicional usanza priista -con todo lo que la etiqueta significa- que sabe las reglas y los valores entendidos dentro de su partido, así como quién es quién y dónde les duele, ese sería Roberto Madrazo. Volvió a lanzar un derechazo para noquear al contrincante en turno. Hoy, Arturo Montiel ya entendió perfectamente el mensaje, los riesgos que corre al “equivocarse de enemigo” y sobre todo constató que efectivamente, tiene un lado vulnerable, donde más duele y por eso prefiere ya no jugar con fuego: “ya hay que darle vuelta a la hoja; ese asunto (el de las investigaciones financieras) ya es una exageración y no debe seguir, porque así se nos van a pasar los días, entre dimes y diretes, ya tenemos que hacer campaña”.

Doce horas después de que Roberto Madrazo salió en red nacional de televisión para retarlo, para exigirle aclarar las millonarias transacciones de su familia, para advertirle que se equivocó de enemigo, el ex gobernador del Estado de México decide bajarse del ring: “creo que ya debemos ponernos a trabajar en lo importante. Somos políticos, no somos gladiadores; como políticos trabajemos”, parece ser el mensaje con bandera blanca que lanza al tabasqueño. Ya no más frases lapidarias, como de que Madrazo es un “gandalla” o que tiene la carta para descarrilar el proceso interno y mucho menos eso de que no tolerará los golpes bajos que recibe de sus adversarios. Mejor saca la pipa de la paz.

A nivel oficial, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público se niega a confirmar o rechazar que se lleve a cabo una investigación contra Arturo Montiel por enriquecimiento inexplicable, durante su gestión como gobernador del Estado de México, ya que según el propio secretario, Francisco Gil Díaz, “no puedo decir nada, absolutamente nada, porque la Ley lo impide”. En tanto, el secretario de Gobernación, Abascal Carranza, lanza otra de sus famosas perlas para evitar alguna postura concreta del Gobierno Federal sobre el clima preelectoral que vive el país y específicamente, el PRI: “la democracia no es un asunto angelical: es un asunto de personas, con ilusiones, ambiciones, discurso, discusión y las estridencias políticas son parte de la expresión de las ideas”.

Entonces, queda el asunto como un pleito entre hermanos, esos que siempre saben cómo arreglarse y muy probablemente quede en el aire el fondo, esos millones y millones de pesos que se sumaron a las arcas familiares de Montiel cuando era gobernador del Estado de México.

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