NOTIMEX
DALLAS, TEXAS.- Kenny Rogers, lanzador de los Rangers de Texas, estalló en ira y se tornó violento la noche del miércoles en el estadio Ameriquest Field en Arlington, donde golpeó a un camarógrafo y empujó a otro, enviando a uno de ellos al hospital.
Rogers había estado visiblemente enojado los últimos tres días, desde que varias estaciones locales de radio y televisión sugirieron que había rechazado aparecer como lanzador inicial en un juego contra Los Ángeles (Angelinos) en una maniobra para obtener una extensión de su contrato.
"Esta no es una cosa buena", dijo el manager de los Rangers, Buck Showalter poco después del incidente del miércoles. "No es definitivamente una cosa buena y no es algo que se tomará a la ligera", indicó.
Rogers empujó primero al camarógrafo David Mammel, de la cadena de televisión Fox Sports Net, que filmaba al lanzador en su entrenamiento previo al juego del miércoles.
Enojado, Rogers le dijo al camarógrafo: "Te dije que quitaras esas cámaras de mi cara".
El lanzador se acercó luego a un segundo camarógrafo, Larry Rodríguez, del canal de televisión 4 KDFW de Dallas, le golpeó la cara y le tiró la cámara tirándola al suelo y pateándola.
Rodríguez fue sacado del estadio en una camilla y trasladado a un hospital.
Rogers les gritó a otros dos camarógrafos, amenazándolos con romperles sus cámaras, conforme éstos grababan el incidente y lo seguían cuando caminaba hacia los camerinos del equipo.
El lanzador fue escoltado a los vestidores por su compañero de equipo Rod Barajas y poco después fue despachado a su casa por el manager de los Rangers, Buck Showalter.
El Departamento de Policía de Arlington, suburbio de Dallas donde se ubica el estadio de los Rangers, informó que ha sido notificado del incidente y que ha comenzado a investigarlo.
"La policía toma en estos momentos las declaraciones de las víctimas, del sospechoso y de los testigos", dijo Christy Gilfour, vocero de la policía de Arlington.
Jon Hart, gerente del equipo, señaló en un comunicado emitido ayer que "es un incidente que los Rangers no van a ignorar en ninguna forma".
"He tenido una conversación con Kenny y él está consciente de que sus acciones fueron incorrectas", indicó.
Por su parte, el multimillonario dueño de los Rangers, Tom Hicks, mencionó estar preocupado por Rogers. Dijo que el lanzador de 40 años de edad ha tenido poca paciencia cuando trata con la prensa.
"He escuchado historias sobre lo que pudo o no pudo haber pasado. Tiene problemas y se los dirige a la prensa y no sé por qué", comentó y añadió que "existe una línea y él cruzó hoy la línea".
Rogers se ha rehusado a hablar con la prensa durante toda la temporada, ante los comentarios de que ha amenazado con retirarse si no se le extiende su contrato.
