EFE
Berlín, Alemania.- Kevin Spacey supera el reto de cantar y bailar en un musical, Beyond the Sea, una biografía del cantante Bobby Darin que presentó ayer en el Festival de Cine de Berlín, ciudad donde se ha rodado en buena parte.
Bob Hoskins, John Goodman, Brenda Blethyn y Greta Scacchi son algunos de los actores que acompañan a Spacey en esta producción germano-británica sobre la vida del cantante.
?Las ventas de discos de Bobby Darin han aumentado un 135 por ciento desde que empecé a promocionar la película, lo que significa que mi plan diabólico funcionó?, bromeó Spacey en conferencia de prensa tras la primera proyección del filme.
Bobby Darin tenía 37 años cuando murió en 1973 a causa de un mal del corazón que se le diagnosticó de pequeño, y su biografía es una de tantas del sueño americano: de una familia humilde de inmigrantes del Bronx al lujo de Beverly Hills.
Esa biografía brindó a Spacey la posibilidad de crear un musical que repasa el repertorio de estándares americanos desde los años treinta a los sesenta del siglo pasado.
Como casi todas las historias americanas de fama meteórica, la de Darin tiene también una cara muy oscura abordada de manera excelente en la película gracias, sobre todo, al buen trabajo de los actores, que dan credibilidad al retiro temporal del cantante de los escenarios tras una conmovedora revelación familiar.
Cuando surgió la posibilidad de rodar en Berlín y la vecina Postdam, el director fue muy escéptico: ?al principio no podía creer que pudiera funcionar, pero nos dimos cuenta de que todo en los Estados Unidos está inspirado de alguna manera por Europa, y en el caso de mi proyecto, especialmente por el diseño alemán?, explicó.
Los responsables de la dirección artística de la película lograron transformar con acierto las calles de la fría capital alemana en paisajes urbanos del Bronx, Las Vegas y Beverly Hills.
En Los Ángeles, Spacey hubiera que tenido que invertir mucho dinero para reconstruir clubes de los años cincuenta y sesenta, pero en la capital alemana hay locales de entretenimiento ?que parecen los de la calle 42 en los años cincuenta?, aseguró.
?Además, personalmente me encantó vivir en Postdam?, añadió en referencia a la ciudad vecina de Berlín, donde están los parques y castillos de los reyes de Prusia que han servido de escenario para alguna escena de baile de la película.
Respecto a su experiencia como cantante y bailarín, Spacey recordó que cuando empezó a ser famoso por sus películas tenía a sus espaldas una experiencia de veinte años de teatro, y que desde que tenía 13 años hasta que cumplió los 22 trabajó en musicales.
El actor y director, que trabaja actualmente en teatros de Londres y consideró su visita al festival de Berlín como su ?día libre?, nunca tuvo oportunidad de ver en directo a Bobby Darin, porque murió cuando él tenía 14 años, pero sus padres eran admiradores del cantante.
?No quería hacer un ?biopic? oscuro y feo?, explicó Spacey al comentar la preparación del filme, para el que no encontró financiación en Hollywood porque hace cinco años nadie se interesaba allí por historias biográficas, algo que ha cambiado a juzgar por las películas sobre Howard Hughes o Ray Charles hoy en cartel.
Según Spacey, la película le ha gustado mucho a Sandra Dee, la esposa de Bobby Darin, que vive en Los Ángeles y le aseguró que ?no cambiaría ni un plano?.
Para Bob Hoskins, rodar en Europa ha sido ?la gran aventura en el extranjero?, y en la rueda de prensa en la que acompañó a Spacey se deshizo en elogios a su ?jefe?: ?Incluso cuando estábamos en el set no pensaba que (Spacey) sería capaz de hacerlo, de cantar y bailar. Nunca nadie me impresionó tanto?.
?Sacude? filme hitleriano
El filme Sophie Scholl: Los Últimos Días, de Marc Rothemund, sobre la resistencia contra el régimen nazi de Adolfo Hitler (1933-1945) en Alemania, conmovió ayer al público y la crítica del Festival Internacional de Cine de Berlín.
La película, protagonizada por Julia Jentsch en el papel de Sophia Scholl, cuenta la historia de una joven de 21 años que integraba el grupo de resistencia La Rosa Blanca de Múnich (sur) y fue asesinada por los nazis en 1943, tras un simulacro de proceso.
Tras la excelente acogida del público y la crítica, el film se ha convertido en uno de los favoritos para obtener alguno de los principales galardones del festival.
Junto con Hotel Rwanda, de Terry George, con Don Cheadle, candidata al Oscar de la Academia de Hollywood en tres categorías y presentada fuera de concurso en la sección oficial de la Berlinale, el filme de Rothemund ha sido hasta ahora el más aplaudido por los espectadores y el más elogiado por los críticos en los pases previos para la prensa.
En medio de los actos del 60 aniversario del bombardeo de Dresde, empañados por manifestaciones de neonazis en esa ciudad, la cinta de Rothemund es un urgente y dramático llamado a la reflexión y a la responsabilidad de todos los alemanes para que nunca más vuelva a producirse un renacimiento del nacional socialismo en este país.
El realizador alemán, nacido en 1968, basó su película en los protocolos hasta ahora nunca publicados de los interrogatorios efectuados por la Gestapo (la policía secreta del régimen nazi) a los miembros de La Rosa Blanca, y en testimonios de testigos presenciales de los hechos. El interrogatorio de Sophie Scholl por parte del agente de la Gestapo Robert Mohr se convirtió en la película en una discusión sobre las diferencias entre burocracia y democracia, arbitrariedad y libertad, así como también entre legislación y conciencia de los ciudadanos.