El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- Cada individuo lleva escrito en el rostro su personalidad y su manera de encarar el mundo, de tal forma que los rasgos, los ojos, y hasta el tamaño de la nariz y de la boca dicen mucho de cada quién ya que la cara es la parte más expresiva del cuerpo.
Así, ayudada de las fotografías que les fueron tomadas al ingresar a La Academia, la psicóloga y abogada María del Socorro Chávez reveló algo del temperamento de los seis finalistas de la cuarta generación y por supuesto de la rebelde Jolette, para que sus seguidores los conozcan más a fondo.
ERASMO .
En el caso de Erasmo, el mostrar los dientes en la fotografía se considera como índice de infantilidad y agresión oral, esto último puede estar asociado con los alimentos, con el hablar, el besar y todo lo que conlleva la oralidad. Sus ojos, que son una parte considerable de la comunicación social, reflejan ternura, timidez y sencillez, mientras que su mirada muestra confianza para que los demás se relacionen con él.
YURIDIA .
En el caso de la ?reina sin corona? el traer el cabello en la cara es una forma evasiva de sus relaciones interpersonales, con ello muestra que puede ser una persona muy superficial, cautelosa y algunas veces hostil en sus relaciones sociales. El cabello, además, está relacionado con la sexualidad; el cabello desarreglado indica desorden sexual. La ceja, que muchas ocasiones levanta, se asocia con el desdén y la arrogancia.
ADRIÁN.
La boca y particularmente los labios del tijuanense, revelan su sensualidad pero también reflejan rasgos narcisistas, es decir, puede llegar a pensar que él es el centro de atención de todo. Los ojos que son órganos básicos para el contacto con el mundo exterior reflejan ternura y sensualidad.
CYNTHIA .
Los ojos de Cynthia reflejan el poder y control que puede tener de sí misma o de su capacidad intelectual, además su mirada refleja tener una actitud socialmente agresiva. Sus cejas y cabello, siempre bien arreglados, hablan de refinamiento y cuidado personal. Siendo el cabello un símbolo de la sexualidad, ella aspira a deslumbrar por su apariencia.
ÉDGAR.
El rostro del energético joven habla de control y dominio social, así como de sus impulsos corporales. La forma de su boca refleja un índice de infantilidad y agresividad, mientras que su abundante ceja es característica de una personalidad sin inhibiciones. El cabello y la barba, así como el bello en pecho manifiestan en su postura una fuerte virilidad y masculinidad, así como seguridad y arrogancia.
SILVIA.
Silvia, por su parte, generalmente muestra parcialmente su rostro ya que la mayor parte del tiempo lo trae cubierto por su cabello, esto significa que pone un freno respecto de su relación con los demás; también puede reflejar su timidez o inseguridad para interactuar con sus semejantes. Probablemente por su timidez, los ojos con mirada penetrante, reflejan una actitud socialmente agresiva, lo que viene a corroborar su poca intención de tener contacto con los demás o de ser muy cautelosa.
JOLETTE.
La ?rebelde sin causa? se distinguió por mostrar más su rostro a diferencia de sus compañeros. Ése es un rasgo social; con su rostro puede comunicarse sin hablar, refleja no sólo seguridad sino además extroversión, difícilmente ocultaría lo que quiere decir y si no, lo dice a través de la cara. Sus dientes reflejan infantilidad y agresión oral. Sus ojos que se consideran parte de la comunicación social, en ella, no tiene únicamente ese significado ya que el ojo también puede causar daño, poder o control hipnótico y Jolette tiene unos ojos que pueden manipular para lograr cualquiera de esos aspectos.
La otra cara .
Las distintas zonas del rostro son reveladoras
-La frente y la nariz: la frente es la morada del pensamiento y la vida interior. La parte social y afectiva descansa en la zona media en torno a la nariz y los pómulos; mientras que la zona inferior, formada por la boca y la barbilla, refleja lo instintivo.
-De esta forma, la zona más desarrollada del semblante aporta pistas sobre la tendencia psicológica de cada persona. Una frente amplia y despejada da prioridad a lo intelectual y suele ser el atributo de las personas inteligentes. Si se muestra más ancha en la parte superior denota un temperamento imaginativo; si la anchura predomina en la parte inferior, revela un agudo sentido de la observación. La frente recta indica fuerza física; la convexa o abombada es símbolo de una personalidad obstinada.
-La mandíbula y las cejas: La mandíbula prominente es propia de las personas instintivas, y cuando la cara se ensancha en su mitad revela un carácter eminentemente afectivo. Las cejas también tienen mucho que decir. Las finas y escasas revelan falta de voluntad; las gruesas acompañan a decididos, activos y autoritarios. Cuando se juntan en el entrecejo hablan de celosos, susceptibles y apasionados.
-Las cejas largas son patrimonio de seres equilibrados con capacidad de esfuerzos continuados; las cortas revelan inestabilidad y ligereza. Cuando las cejas se encuentran muy próximas a los ojos manifiestan fuerza de voluntad y tenacidad, mientras que si están muy separadas hablan de un carácter débil, indolente y algo ingenuo.
-Los ojos son otro libro abierto. Los pequeños delatan a inteligentes y activos; los grandes definen al sincero, soñador, comodón y egoísta; los redondos indican falta de vivacidad y lentitud; los almendrados pregonan a astutos, maliciosos y crueles. Los hundidos denotan sentido crítico, inteligencia y carácter taciturno; los saltones son propios de receptivos, violentos e irascibles; los muy juntos retratan a los tristes, torpes e irritables, mientras que los muy separados revelan a los optimistas, abiertos y de buena memoria.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón
