Males como la caries son capaces de acabar con todas las piezas dentales.
Cada vez son más las personas a las cuales el bienestar de su boca, de sus dientes y muelas les preocupa sólo por una cuestión estética, sin tener en cuenta que se trata de un asunto de gran relevancia, pues males como la caries son capaces de acabar con todas las piezas dentales.
Lo más grave de la presencia de caries es su repercusión en la salud de todo el organismo, ya que en su etapa avanzada puede derivar en enfermedades reumatoides, trastornos del sistema músculo-esquelético, problemas de la presión arterial e inclusive males cardiovasculares, además de que es una grave amenaza para quienes sufren diabetes.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la caries dental afecta entre 60% y 90% de la población escolar, y a la gran mayoría de los adultos en los países desarrollados debido a que tienen una dieta alta en azúcares.
Los expertos dicen que hay un incremento desafortunado en los países latinoamericanos, entre ellos México, por lo cual la OMS ha declarado que 5 mil millones de personas en el planeta han sufrido caries dental.
Debido a que la caries y las enfermedades bucodentales son un problema de alcance mundial, la empresa Colgate-Palmolive, en alianza con la Asociación Dental Mexicana, el Colegio Nacional de Cirujanos Dentistas y el sector salud, celebrarán en noviembre el Mes de la Salud Bucal.
Situaciones como seguir dieta rica en azúcares, harinas y refrescos, fumar, ingerir alimentos entre comidas en repetidas ocasiones, introducir objetos sucios, estrés y ante todo mala higiene son factores que los especialistas en odontología señalan como responsables de los siguientes padecimientos:
Caries. Las bacterias que habitan la boca se alimentan de residuos de alimentos (principalmente hidratos de carbono y azúcares) que se acumulan entre los dientes y encías, y los transforman en ácidos que destruyen el esmalte o capa dura encargada de cubrir y proteger a los dientes, lo que tiene como consecuencia el surgimiento de cavidades u orificios de color grisáceo o café que crecen hasta la parte interna (dentina y pulpa) y que en casos graves generan muerte del nervio y vasos sanguíneos locales, así como pérdida de la pieza.
Dientes hipersensibles. La placa dentobacteriana, formada por saliva, restos de alimento, microorganismos y sus desechos ácidos es una pasta pegajosa que al solidificarse forma el sarro que irrita e inflama a las encías, por lo que la parte inferior del diente queda al descubierto y se muestra sensible ante estímulos como contacto con el aire y alimentos fríos o calientes.
Gingivitis. Este problema, como el anterior, se debe a la presencia excesiva de placa dentobacteriana, pero hablamos de una inflamación mucho mayor, la cual alcanza varias zonas en la boca. Se manifiesta con dolor, dientes sensibles y sangrado, y si no se recibe tratamiento oportuno, los tejidos que dan soporte a los dientes se destruyen e infectan, lo cual promueve su caída (periodontitis).
Aftas y llagas. La cavidad bucal está cubierta por tejido liso y húmedo (mucosa) que puede sufrir heridas, mismas que llegan a infectarse y dan lugar a la formación de úlceras pequeñas pero muy dolorosas que requieren algunos días para regenerarse. También la lengua está expuesta a cortaduras o heridas, tanto por introducir objetos extraños como por morderse, las que pueden ser invadidas por microorganismos.
Halitosis o mal aliento. Suele ser causado por ingestión de ciertos alimentos (ajo, cebolla, azúcares, grasas), mala higiene bucal, caries y enfermedades digestivas.
Afortunadamente, los antisépticos bucales formulados por la industria farmacéutica han demostrado su efectividad tanto en la prevención como en el tratamiento de estos problemas, de modo que ahora se han convertido en aliados de fácil acceso e invaluable ayuda en beneficio de la salud de la población en general.